La Plata (Miércoles, 23-05-2012, Gaudium Press) El arzobispo de La Plata, Argentina, Mons. Héctor Aguer, publicó recientemente en la sección de opinión del diario local, El Día, un artículo respecto al nuevo Código Civil que el país pretende implantar en breve. El prelado resaltó que «la ley, con mayor razón un Código, debe ser una obra de sabiduría jurídica y política y no una copia de la decadencia de la sociedad».
El enfoque dado por Mons. Aguer se justifica, porque, según él, el nuevo proyecto para modificar el Código Civil argentino «altera estructuras fundamentales de la sociedad argentina, y por tanto su configuración futura». Entre las modificaciones, la nueva legislación promueve la ideología de género, el divorcio expreso, la fecundación in vitro, y, en general, el no respeto a la vida desde la concepción hasta la muerte natural.
Según Mons. Héctor Aguer, se debe evitar toda la precipitación para promulgar el nuevo ordenamiento |
Mons. Aguer reiteró que lo que se pretende con este proyecto es «una reestructuración de la sociedad argentina» para peor, y, que en este sentido, como ciudadanos, y no meros habitantes, «no podemos permanecer indiferentes».
Conforme el prelado, la nueva ley afecta precisamente puntos como la «protección jurídica de la vida humana desde la concepción, la definición valorativa del matrimonio y de la familia, y los derechos y el interés superior de los niños».
Para el prelado, en lo que se refiere a estas materias, es preciso destacar graves deficiencias en el proyecto del nuevo Código. Por eso, «es de esperar que se suscite un amplio debate fundado en estudios detallados y rigurosos, que se atienda a las objeciones que puedan levantarse y se evite toda precipitación para promulgar el nuevo ordenamiento», enfatizó Mons. Aguer.
Adentrando en los pormenores del proyecto, el arzobispo de La Plata argumentó que, por ejemplo, con el permiso de la fecundación in vitro, en realidad, «se quiere dejar abierto el camino para la legalización del congelamiento y el eventual descarte de embriones; se abandona, así, a estos seres humanos inocentes e indefensos a la posible comisión de cualquier atentado contra su vida».
Todavía sobre este punto, Mons. Aguer afirmó que las técnicas de procreación artificial son objetos de serios reparos éticos, «para satisfacer el deseo de algunos adultos de tener un hijo. Como si este deseo pudiese ser reconocido como derecho». De acuerdo con el obispo argentino, la donación de gametos y «la autorización escandalosa de la fecundación post mortem» atentan contra el derecho de los niños a la identidad biológica y a ser creados por sus propios padres. «Se alteran así las relaciones de maternidad-paternidad y filiación», dijo.
«Se pretende avanzar consumando la liquidación del matrimonio»
Otro punto levantado por Mons. Aguer dice respecto a la manera como la familia y su fundamento, el matrimonio, son tratados en el proyecto del nuevo Código Civil. «Ahora se pretende avanzar consumando la liquidación del matrimonio», afirmó el prelado, explicando que la reforma proyectada elimina en el matrimonio el bien de la fidelidad. «¿Qué permanece del «sí» de este compromiso fundamental sin la cohabitación y la apertura al bien de los hijos?», indagó.
Según el arzobispo de la Plata, la creación de una figura alternativa llamada ‘unión convivencial’, «prácticamente equiparada al matrimonio, agrava la banalización de la institución matrimonial, lo mismo que el recurso al divorcio, que será facilitado – entiéndase: fomentado – para que pueda obtenerse en una semana y pedido de una sola de las partes».
«Lo único que el nuevo Código no reconocerá ha de ser el matrimonio indisoluble, unión estable de un hombre y una mujer que comparten la vida y se prolongan generosamente en los hijos», concluyó Mons. Aguer.
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