Ciudad del Vaticano (Jueves, 02-08-2012, Gaudium Press) Desde el martes pasado el Santo Padre retomó el ritmo regular de sus compromisos. Las cuatro semanas de descanso en julio fueron dedicadas a la conclusión del tercer volumen de «Jesús de Nazaret» sobre la Infancia. La noticia fue dada ayer por el Cardenal Tarcisio Bertone en la conclusión de la Misa en la parroquia de Introd, al norte de Italia, donde en los años pasados el Papa también pasaba sus vacaciones. Hoy fue confirmada la noticia oficialmente en el comunicado de la Sala de Prensa vaticana.
La noticia fue dada ayer por el Cardenal Tarcisio Bertone en la conclusión de la Misa en la parroquia de Introd, al norte de Italia |
Entretanto, la Radio Vaticana y Avvenire publica otra importante noticia: el número dos en el Vaticano dijo que «después tal vez habrá también la encíclica».
El Secretario de Estado vaticano celebró la Misa por ocasión de la Fiesta de San Eusebio de Vercelli, patrono de esta región pastoral. «Gobernar significa hacerse cargo, defender a los más débiles, los necesitados y en la imagen del «buen pastor» hacer brillar la realeza de Cristo». Y Eusebio es modelo para los hombres de hoy, como «buen pastor», él «no permaneció en casa», sino «enfrentó viajes durísimos, peligros, incomprensiones y persecuciones de los enemigos». Y lo hizo en los tiempos de las «amenazadoras herejías», observó el purpurado en la homilía dedicada al tema de la «preciosa realidad de la fe».
«Nosotros hoy -invitó el Cardenal- tenemos el deber de permanecer en esta continuidad, de encargarnos de eso para que la sociedad de nuestro tiempo reconozca la solidez de las propias raíces cristianas». Habrá una ocasión propicia para toda la Iglesia en el Año de la Fe para profundizar el propio lazo con el Señor. «Será un año importante si se piensa en la necesidad de nuestro tiempo para servir a la causa del hombre mirando el proyecto de Dios». El Secretario de Estado vaticano invitó a todos a «cultivar una gran pasión por Dios antes que nada», y a ejemplo de la Virgen María «reconocer todo el bien que hay en cualquiera de nuestros prójimos, para así poder ayudar a aquellos que caen por causa de las dificultades de la vida, a levantarse y a degustar la belleza de la misericordia de Dios».
«Conscientes de nuestra dignidad de colaboradores u operadores de una «Nueva Evangelización» -observó en la conclusión- tenemos que cultivar una gran pasión para Dios antes que nada. Pero tenemos que esforzarnos de muchos modos para descubrir de nuevo, a través de una formación realmente cristiana, los muchos tesoros de nuestra cultura y de la fe que escaparon de las manos de muchos y que por eso se tornaron casi irreconocibles».
Las palabras del Cardenal Bertone en la conclusión de la Misa y publicadas en el «Avvenire», diario de la Conferencia episcopal italiana, suscitaron un gran interés hoy en Italia. «El Santo Padre -dijo- concluyó su tercer volumen, un manuscrito dedicado a Jesús de Nazaret. Es un gran regalo en el año de la fe. Después, tal vez, habrá también la encíclica». Entonces agregó: «Leeremos este tercer volumen con avidez y gran gusto».
El Cardenal dio también el importante anuncio de la conclusión del último volumen de la obra de la vida del Papa Benedicto sobre el Señor. En 2007 y 2011 fueron lanzados el primero y el segundo volúmenes y es esperado el tercer volumen sobre la Infancia de Jesús. La fractura de la mano derecha del Pontífice en julio de 2010 atrasó el trabajo.
El segundo gran don para el Año de la Fe podría ser la cuarta encíclica. Benedicto XVI dedicó sus primeras encíclicas: «Deus caritas est» en 2005 y «Spe salvi» en 2007 a dos de las tres virtudes teologales: amor y esperanza; falta aquella sobre la fe. Sobre la encíclica dedicada a la primera virtud teologal se habla ya hace años. El tema de la fe y su relación con la razón ya desde el inicio de la carrera de joven profesor fue querido por Joseph Ratzinger. En 1984 en un coloquio con Vittorio Messori realizó un famoso libro, «Informe sobre la fe», que también hoy permanece muy actual.
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