La liberación de Rimsha Masih podría mejorar la justicia para los católicos, expresó prelado pakistaní

Lahore (Miércoles, 12-09-2012, Gaudium Press) La reciente liberación bajo fianza de Rimsha Masih, la niña discapacitada acusada de blasfemia en Pakistán que convocó la solidaridad internacional ante la posibilidad de su condena a muerte puede ser una señal de esperanza para los católicos que padecen persecución. Así lo expresó el Administrador Apostólico de Lahore, Mons. Sebastian Shaw, quien calificó la decisión como «un gran progreso».

Mons. Sebastian Shaw, Administrador Apostólico de Lahore.

Aunque el proceso no ha terminado, el caso de Rimsha será evaluado por una corte juvenil y ya no está en prisión. Además, la investigación de la policía condujo al arresto de denunciante, quien es ahora acusado de implantar la evidencia. «La decisión de liberar a Rimsha bajo fianza anima a otros jueces a actuar de manera similar», afirmó Mons. Shaw, en diálogo con Ayuda a la Iglesia Necesitada. «Les da valentía para tratar estos asuntos de una forma más apropiada».

Según el Administrador Apostólico, muchas personas no comparten los prejuicios contra los cristianos, «pero no pueden decirlo abiertamente. Con este precedente, podrían sentirse motivados a decir lo que piensan». Sin embargo, la parte negativa de la decisión de la corte es el establecimiento de una fianza de un millón de rupias pakistaníes para la libertad de la joven, lo cual fue calificado como «incomprensible» por parte de la Comisión Justicia y Paz de los Obispos de Pakistán.

Según Peter Jacob, secretario de dicha comisión, «es insensible de parte de la Corte insistir en el pago de tan grande suma de dinero considerando que la familia de Rimsha son trabajadores pobres. Es muy desproporcionado». Por la cantidad de apoyo recibido en torno al caso, es posible obtenerlo en donaciones, pero eso no cambia la injusticia de la medida.

«Rimsha debió ser declarada inocente por la Corte», afirmó Jacob. «La razón por la cual no lo hizo es que el sistema judicial no tiene la voluntad de asegurarse que se haga justicia». En todo caso, Rimsha Masih fue liberada, y el temor de que pudiera ser juzgada como adulta y condenada a muerte ha dado lugar a la alegría de haber ganado esta trascendental batalla judicial.

En Mariamabad, Santuario Mariano cercano a Lahore, donde se congregaron miles de católicos en una tradicional peregrinación anual, los fieles agradecieron a Dios por la vida de Rimsha. «La gente estaba muy feliz», narró Jacob, quien participó en el acto religioso. «En la peregrinación, la gente oró por la justicia en Pakistán. Oramos para que muchos que esperan justicia reciban justicia».

Con información de Ayuda a la Iglesia Necesitada.