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Caracas (Jueves, 06-12-2012, Gaudium Press) En su Mensaje de Adviento y Navidad para el presente año, el Cardenal Jorge Urosa, Arzobispo de Caracas, Venezuela, pidió dar testimonio de la fe en el ciumplimiento de los mandamientos. «Los venezolanos somos dados a profesar nuestra fe, pero a descuidar las consecuencias existenciales de la misma», señaló. Por eso recordó el núcleo esencial del ejemplo de vida cristiano: «Creer en Jesucristo implica cumplir los mandamientos».
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| Cardenal Jorge Urosa, Arzobispo de Caracas. |
El prelado explicó que el tiempo de Adviento es una invitación a «acercarnos más a Dios, a dejar a un lado la indiferencia religiosa y el pecado; a fortalecer nuestra vida cristiana con la oración y la recepción de los sacramentos, así como la mortificación de nuestros gustos». El tema del Año de la Fe, dispuesto por el Santo Padre Benedicto XVI, debe guiar este tiempo, para «reflexionar seriamente sobre el don maravilloso de la fe que hemos recibido, valorarla, celebrarla y vivir de acuerdo a ella».
El Card. Urosa reflexionó sobre este sentido verdadero del tiempo litúrgico y rechazó la distracción que la cultura secular impone a través de la superficialidad y el énfasis comercial de la época navideña. El Adviento debe ser empleado, entonces, en la vivencia de la fe, especialmente en la Eucaristía dominical. «Rechacemos la patraña idólatra y falsa de un inexistente «espíritu de la navidad» y reafirmemos nuestra fe en Cristo, nuestro divino Salvador».
«En esta Navidad, al contemplar el Pesebre – que no debe faltar en ningún hogar-, los invito a sentir la alegría de nuestra identidad católica», continuó el Arzobispo. También recordó la dignidad de los creyentes al ser hijos de Dios, «es decir, semejantes a Cristo, templos vivos del Espíritu Santo, y partícipes de la naturaleza divina». Este es el valor de la identidad católica de la cual los fieles nunca deben avergonzarse, exhortó. «Los invito a estar a la altura de ella, dejando a un lado el respeto humano».
Finalmente, el Cardenal Urosa dio sus consejos a los fieles sobre cómo vivir las fechas principales de las celebraciones navideñas. «Los invito a celebrar una Navidad muy fervorosa, de renovación de la fe, de compromiso fraterno y solidario con nuestros hermanos los más pobres», motivó. «Vayamos la Misa de Navidad el 24 por la noche o el 25, y comencemos bien el año participando en la Misa de Año Nuevo, bajo la protección amorosa de María, a quien proclamamos Madre de Dios. A su amparo nos acogemos y a ella encomendamos el destino de nuestra Patria durante todo el próximo año 2013».
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