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Ciudad del Vaticano (Lunes, 28-01-2013, Gaudium Press) Al tratar del significado del «hoy» para los cristianos contemporáneos, el Santo Padre ayer, durante el Ángelus, hizo un apelo a los fieles para que se viva el domingo no solamente como «día de reposo y de la familia», pero «primeramente como día a ser dedicado al Señor, participando de la Eucaristía».
Benedicto XVI invitó a la reflexión sobre la propia capacidad de escuchar. «Antes de poder hablar de Dios y con Dios -notó el Papa- es preciso oírlo, y la liturgia de la Iglesia es la ‘escuela’ donde se aprende a oír aquello que el Señor nos dice».
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| Foto: Radio Vaticano |
«En fin -prosiguió el Santo Padre- que cada momento pueda tornarse un ‘hoy’, propicio para nuestra conversión», un día de salvación. Así, el carpe diem [toma el día, en latín] cristiano se demuestra con el significado: «coja el hoy en que Dios te llama para dar la salvación».
Además de eso, «en el evangelio de este domingo resuena el llamado de Jesús a la conversión y a creer en la proximidad del reino de Dios. También en este Año de la Fe, estamos celebrando una profunda invitación a la conversión al Señor, el único Salvador del mundo», agregó el Papa en el saludo en lengua española.
Benedicto XVI expresó también su proximidad a los leprosos y a todos aquellos que prestan servicios junto a ellos, por ocasión de la 60º Jornada Mundial de los enfermos de Lepra. «Expreso mi proximidad a las personas -dijo el Papa- que sufren de este mal y declaro mi apoyo e incentivo a los investigadores, los trabajadores de la salud y los voluntarios, en particular a aquellos que forman parte de organizaciones católicas y de la Asociación Amigos de Raoul Follereau, pido a todos el apoyo espiritual de San Damián de Veuster y de Santa Mariana Cope, que dieron la vida por los enfermos de lepra».
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