Jerusalén (Lunes, 01-04-2013, Gaudium Press) La Pascua que se celebra en el lugar de la Resurrección de Cristo tiene una evidente significación para el mundo entero, y algunos aspectos de su liturgia propia resaltan esa importancia.
La Basílica del Santo Sepulcro, en Jerusalén, estaba colmada de fieles y peregrinos en el anochecer del Sábado Santo. Allí, Mons. Fouad Twal, Patriarca latino, presidió la Misa en el lugar de la resurrección, junto a la tumba abierta de Cristo.
Foto: Radio Vaticano |
Al terminar la ceremonia, la procesión gira cantando en torno al Sepulcro, y los Evangelios que recuerdan los eventos de la Resurrección son proclamados hacia los 4 puntos cardinales, significando el anuncio de la Buena Nueva, desde el lugar donde todo ocurrió, a todos los rincones de la tierra.
«En la mañana de Pascua, la esperanza es sin límites -ha dicho el Patriarca en su homilía- las cruces de nuestra vida no son borradas, pero Dios ha abierto un camino en medio de nuestro sufrimiento, y quiere abrirlo cada día», afirmó Mons. Twal (Ver nota sobre la homilía del Patriarca).
Por su parte, el custodio de Tierra Santa, el fraile Pierbattista Pizzaballa expresó que «el significado de la Pascua es siempre el mismo pero siempre nuevo… Jesús que resurge, nace a una nueva vida y renueva la vida de todos nosotros. Mi augurio es que no obstante las dificultades y los problemas que sujetan la vida de todos, podamos convertirnos en personas renovadas por el amor de Dios».
Con información de Radio Vaticano
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