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Jasna Gora (Viernes, 03-05-2013, Gaudium Press) La Iglesia en Polonia celebra cada 03 de mayo la fiesta de Nuestra Señora Reina de los polacos, cuyo principal centro de celebración es el Santuario de Jasna Gora. En este lugar se celebró una solemne Eucaristía en la cual participaron varios prelados del país, incluyendo el Arzobispo de Gniezno y Primado de Polonia, Mons. Jozef Kowalczyk, cinco Arzobispos y otros Obispos de siete diócesis del país. La fiesta mariana fue instituida por los Obispos a raíz de la independencia del país al finalizar la Primera Guerra Mundial.
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| Imagen de la Santísima Virgen en Jasna Gora. |
En la homilía pronunciada por Mons. Josef Michalik, Presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, destacó la intervención de la Santísima Virgen en la historia de la salvación. El Arzobispo explicó que el cristianismo no puede prescindir de la Santísima Virgen: «Es cierto que el único Mediador ante Dios es Jesucristo, el Hijo de Dios, pero Jesús es el hijo de María, sin la participación de ella no hubiera encarnación humana de la Palabra y de nuestra salvación».
Este papel especial de la Santísima Virgen se evidencia en la historia del pueblo polaco. «Dios, a través de María, dio evidencia de que tomó cuidado de toda la nación, nos condujo a través de la guerra y la esclavitud», señaló. Para el prelado, la victoria debe ser atribuida a la protección de la Virgen María, «que nos acompaña a lo largo de la historia». La predilección de la Virgen por Polonia, señaló el Arzobispo, se evidenció en el pontificado del Beato Juan Pablo II.
Fuerte advertencia sobre la secularización
Mons. Michalik destacó que la fe es la verdadera riqueza de la nación polaca, que no está llamada a competir en la carrera por los bienes materiales o los armamentos. Según el prelado, las naciones que han desaparecido en la historia, lo han hecho porque «en algún momento se les acabó el poder del espíritu, el coraje para promulgar leyes que se ajusten a la ley de Dios, la naturaleza humana y el bien de la nación». También advirtió que «la eliminación de Dios de la vida de la sociedad» representa «el camino a ninguna parte» y «el camino a la autodestrucción».
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| Mons. Josef Michalik, Presidente de la Conferencia Episcopal Polaca. |
El Arzobispo también señaló que los ataques del secularismo pretenden ocultar las buenas obras de la Iglesia en favor de la humanidad, para promover la idea de una religión que busca la riqueza material. «La Iglesia en Polonia es rica en tradición, en la confianza en la Madre de Dios y la fe», afirmó el Presidente de la Conferencia Episcopal. «La Iglesia en Polonia es rica en gente que se arrodilla ante Dios, se confiesa y se arrepiente de sus pecados (…) La riqueza de la Iglesia son las asociaciones y movimientos católicos, los laicos que recogiendo firmas en defensa de los no nacidos y la promoción de iniciativas legislativas en favor de la familia. La riqueza de la Iglesia es el pueblo, sencillo, a menudo despreciado por la ideología de los magnates anti – Iglesia. La riqueza de la Iglesia está en los enfermos y los sufrientes, en la iniciativa de santos sacerdotes y laicos unidos a sus Obispos».
«Después de todo, es gracias al compromiso y generosidad de la gente que fue posible la construcción de cientos de iglesias y capillas en nuestras diócesis», destacó Mons. Michalik. Dichas construcciones y su belleza no contradicen el compromiso de los crisitanos por el amor solidario. «En todas las parroquias, incluso en cada familia católica, se vive la voluntad de ayudar a los pobres, a los enfermos o a los encadenados a la pobreza espiritual, la debilidad o el pecado».
El Presidente de la CEP hizo un llamado a todos los fieles a apoyar las iniciativas de medios de comunicación católicos y la divulgación de la fe: «Vamos a aprender a partir de estos logros con sabiduría y valentía, leamos el semanario católico (…) vayamos y tratemos de obtener un libro católico». Mons. Michalik pidió a los fieles no adquirir publicaciones que son hostiles a las enseñanzas de la Iglesia, «porque de esa manera apoyamos su ideología».
Ante los ataques a Iglesia, el prelado advirtió que las corrientes del «secularismo cada vez más agresivo buscan abiertamente expulsar a los creyentes de la opinión pública», y advirtió a los fieles que la presión puede aumentar hasta incluso convertirse posteriormente en abierta persecución. La respuesta de la Iglesia no viene de la adhesión a una ideología, sino del fortalecimiento de la fe. «Nuestra fuerza está en la unión con Cristo, es que vemos a los hambrientos, los pobres, los enfermos, y en la cárcel, que perdonar a los que nos han hecho daño, y que vamos a estar orando por la conversión de nuestros opresores».
Finalmente el prelado insistió en el compromiso personal de santidad como fuente de cambio para la sociedad. Según el Arzobispo, cada persona debe reflexionar sobre sí misma y no contentarse con acusar a los demás. «La perspectiva creativa para mejorar la situación y el renacimiento moral de una nación», explicó Mons. Michalik, esta «arraigada en nosotros. La familia de cada padre que pasa suficiente tiempo con sus hijos, cualquier mujer que renuncia a la exigencia de irradiar la bondad y el amor en su trabajo diario y desea dedicarse más al siguiente hijo o nieto, y cada Obispo y sacerdote que ora suficientemente por la Iglesia y la Patria», concluyó, indicando que el mayor peligro para la nación es la frialdad en la fe y «las divisiones entre nosotros».
Con información de KAI.
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