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Ciudad del Vaticano (Jueves, 01-08-2013, Gaudium Press) En la mañana de este miércoles pasado, fiesta de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús fue una oportunidad para el Papa Francisco celebrar una Santa Misa, en la Iglesia de Jesús, que pertenece a los Jesuitas.
La Misa tuvo carácter privado y en la homilía el Santo Padre exhortó a sus hermanos Jesuitas, «a colocar a Jesús en el centro de sus vidas y no la propia persona».
Él se refirió al religioso Jesuita secuestrado en Siria, recordando que «los Jesuitas son llamados, de diversos modos, a dar su vida por los otros, como hizo San Francisco Javier y el Padre Pedro Arrupe, que tuvo un infarto al volver de una visita a un campo de refugiados».
El Prepósito General de la Compañía de Jesús, P. Adolfo Nicolás, concelebró con el Papa e hizo un saludo al Santo Padre y a los Jesuitas, colaboradores, funcionarios y representantes de dos Congregaciones de Hermanas inspiradas en el carisma y espiritualidad de San Ignacio.
Después de la Santa Misa el Papa todavía se quedó en el lugar por algún tiempo más. Él visitó el cuarto usado por San Ignacio de Loyola y allí rezó por instantes. Además fue hasta delante del relicario que guarda el brazo de San Francisco Javier.
El Papa además encendió una vela delante del altar y participó de una convivencia conmemorativa con sus hermanos Jesuitas. (JSG)
Con informaciones de la Radio Vaticana.
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