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Ciudad del Vaticano (Sábado, 12-10-2013, Gaudium Press) El Presidente de Hungría, Janos Ader, renovó al Santo Padre Francisco al invitación a visitar el país, entregando al Pontífice un documento en nombre de la Conferencia Episcopal de Hungría, la Diócesis de Szombathely y el gobierno del país. Según el mandatario, el Papa «aceptó con gusto la invitación del jefe de estado húngaro», según indicó el Padre Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, pero comentó que «ahora sería demasiado pronto para hablar del tiempo exacto de su visita».
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| San Martín de Tours. Vitral de la iglesia de la Santísima Trinidad en Skipton, inglaterra. Foto: Lawrence OP. |
A pesar de esta aclaración, el portavoz indicó que aún no se tiene un proyecto concreto de la agenda del Papa para 2016, el momento más previsible para la visita apostólica. En ese año se celebrarán los 1700 años del nacimiento de San Martín de Tours, nacido en Sabaria, actual Szombathely, y Obispo de la ciudad francesa asociada a su nombre. El prelado es considerado «el primer santo de la Iglesia del centro de Europa».
Un militar pasa al servicio de Cristo
San Martín de Tour nació en 316 en una familia de tradición militar. Sirviendo en la guardia imperial romana, la tradición afirma que obsequió la mitad de su capa a un mendigo que padecía frío en Amiens, Francia. Tras su acto de misericordia, Jesucristo mismo se le apareció vistiendo la pieza de tela y le agradeció su obsequio. A causa de esta experiencia, San Martín pidió el Bautismo y se retiró a la vida monástica durante diez años. En este tiempo se empezó a extender su fama de santidad y los relatos de milagros ocurridos gracias a sus oraciones.
En 370 fue ordenado Obispo de Tours contra su voluntad, ya que había sido invitado a la ciudad con la excusa de visitar a un enfermo grave. Al hallarse en la Catedral el pueblo lo aclamó como Obispo y no aceptó las razones del Santo, quien se consideraba indigno de esta responsabilidad. Una vez en la Sede Episcopal, fundó otro monasterio y recorrió la totalidad de la diócesis, dejando un sacerdote en cada pueblo, siendo el fundador de las parroquias rurales en Francia.
En los 27 años de su ministerio en la Diócesis, San Martín fue distinguido por su buen trato y extraordinaria caridad, que sólo generó enemigos entre quienes deseaban llevar una vida de vicios. Gracias a una revelación tuvo conocimiento de la cercanía de su muerte y, ya enfermo, quiso atender a la súplica de sus súbditos con una petición a Dios: «Señor, si en algo puedo ser útil todavía, no rehuso ni rechazo cualquier trabajo y ocupación que me quieras mandar». Sin embargo, el Santo murió de acuerdo a lo que se le había revelado el año 397.
La media capa del milagro que ocasionó su conversión fue conservada como reliquia y ampliamente venerada. El relicario donde se guardaba por parte de los reyes francos fue llamado «capilla» (media capa) y este nombre pasó a describir los oratorios y templos pequeños.
Con información de KAI.
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