Auco (Lunes, 21-10-2013, Gaudium Press) Cerca de cien mil fieles participaron el sábado 19 de octubre, en la tradicional peregrinación al Santuario de Santa Teresa de los Andes, en la localidad de Auco. Con entusiasmo y mucha alegría, pastorales juveniles, comunidades parroquiales, colegios, religiosos y familias completas recorrieron los 27 kilómetros desde la primera estación hasta el monasterio carmelita.
Durante la jornada se dio término a la Misión Joven, concluyendo también uno de sus signos más visibles, el paso de la «Cruz Misionera» por las distintas diócesis y arquidiócesis del país. En la ocasión se bendijo además el monumento «La Cruz Misionera», emplazada en la cima del monte Carmelo y que tras dos semanas de construcción, fue oficialmente inaugurada.
La Misa Central fue presidida por el Arzobispo de Santiago y Presidente de la Conferencia Episcopal (CECh), monseñor Ricardo Ezzati, quien se dirigió a los presentes reiterando la invitación hecha por el Papa Francisco durante la reciente JMJ en Rio: «¡No se queden en el balcón!».
«Quisiera dejarles un mensaje muy sencillo, pero central: la Iglesia joven está llamada a plantar la cruz de Cristo, no la del dolor, sino la de la resurrección» y «plantar la cruz de Cristo significa tener los ojos abiertos ahí donde se necesita conocer el mensaje de vida abundante que el Señor nos ha regalado», expresó el prelado.
Presencia cristiana en la vida política de Chile
En su mensaje, el pastor exhortó a los jóvenes presentes a asumir el desafío de anunciar al Señor en cada realidad particular y la responsabilidad de construir una sociedad más cristiana a partir de un compromiso político coherente con la fe, especialmente con motivo de las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias.
«Sin fe, Chile no tiene futuro, sin jóvenes llenos de fe que anuncien al Señor en el corazón de nuestra sociedad, Chile no tiene futuro (…) Que cada uno sienta la responsabilidad de aportar con su voto a la construcción de un país más justo, fraterno y que acoja lo valores de la fe», puntualizó.
Casi al término de su alocución, monseñor Ezzati se dirigió a todos aquellos, quienes con profundo amor a Dios, se hicieron presentes en esta actividad viajando desde otras regiones del país: «Cuando llegué me he encontrado con hermanos y hermanas que vienen desde el extremo norte hasta Punta Arenas, esa gran presencia de ustedes es un abrazo de los jóvenes de Chile a Jesucristo y su Iglesia».
Finalmente, el pastor bendijo las piezas de la «Cruz Misionera» que llevaron los jóvenes a la peregrinación. «Esforcémonos por mantener encendido el misterio misionero que está cruz representa», concluyó.
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