Ciudad del Vaticano (Miércoles, 23-10-2013, Gaudium Press) Contemplación, proximidad y abundancia: esos fueron los 3 ejes sobre lo que giró la homilía del Papa Francisco en la Misa de este martes 22, en la Casa Santa Marta.
Partiendo de la Primera Lectura de la Liturgia del día, tomada de la Carta de San Pablo a los Romanos (Rm 5,12.15b.17-19.20b-21), el Santo Padre afirmó que «contemplar el misterio, sobre nuestra salvación, sobre nuestra redención, apenas se concibe de rodillas, en la contemplación», «no apenas con la inteligencia».
«La contemplación: inteligencia, corazón, rodillas, oración, todo junto, entra en el misterio. Aquella es la primera palabra que tal vez nos ayudará», complementó.
La segunda palabra para entrar en el misterio de Dios, según el Papa, es la proximidad, pues se trata de un trabajo personal de Jesús que, con su proximidad de hombre, vino a salvar al hombre de su pecado:
«Proximidad. Dios no nos salva solo por un decreto, una ley; nos salva con ternura, nos salva con su vida».
La tercera y última palabra, según el Papa, es la abundancia pues, donde fue abandonado el pecado, sobreabunda la gracia y el amor.
«La gracia de Dios siempre vence porque es Él mismo que la da», explicó el Pontífice.
Hablando de los pecadores, Dios dice «Venid, venid. Y cuando le piden una explicación, dice: ‘Pero los que están con buena salud no tienen necesidad de médico; yo vine para curar, para salvar'», concluyó. (LMI)
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