Monroe (Jueves, 05-12-2013, Gaudium Press) ¿Cómo supo la Madre Mary Teresa Fallon que debía fundar una nueva comunidad? Es muy simple, un día Dios se lo dijo.
Ella se encontraba en misa en la iglesia de San Pablo Apóstol en Nueva York, en enero de 1908, y aún era religiosa de las hermanas de la Santa Cruz, comunidad que había conocido en South Bend, Indiana. Había enseñado en escuelas durante 33 años.
Pero ese día, la voz fue contundente: «Dios me reveló con claridad en la Santa Misa qué era lo que quería. Debía establecer un instituto donde las mujeres serían entrenadas a una mayor perfección espiritual y, al estar formadas en el espíritu contemplativo, salir en busca de las ovejas perdidas y traerlas de vuelta al redil por medio de la instrucción cristiana. Vi la voluntad de Dios con claridad y recibí fuertes certezas de su poderosa protección». Esa fructífera protección se trasforma hoy en conventos en el Bronx, Arizona, Nigeria y Filipinas.
En Abril pasado el Cardenal Dolan de la Arquidiócesis de Nueva York firmó el decreto para su causa de santidad, lo que la hizo «Sierva de Dios». El 11 de noviembre pasado, durante la reunión de otoño de la Conferencia Episcopal Americana, los obispos determinaron impulsar su causa de canonización.
«Nuestro carisma es llegar a la gente en la fe – dice la Madre Carole Marie Troskowski, actual superiora. Es misionero, imitando al Buen Pastor y yendo de puerta en puerta. Estamos tratando de encontrar católicos que estén lejos de la fe y construir la vida familiar católica. Hacemos instrucción católica para los estudiantes de las escuelas públicas, catequesis y la pastoral juvenil». En ese sentido, el carisma de las Visitandinas de María Inmaculada (Parish Visitors of Mary Immaculate), se muestra muy adecuado a los tiempos de la Nueva Evangelización. La superiora está en este momento recopilando los escritos de la Madre Mary, una prolífica escritora.
Era marzo de 1954 cuando la Madre Marya Teresa murió, dando gracias a Dios por la gracia de su vocación original, y el mantenimiento de su orden desde su fundación. Ella desde el cielo sigue velando por la obra que Dios quiso realizar por su intermedio.
Con información del National Catholic Register
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