Nuevo Hamburgo (Lunes, 17-02-2014, Gaudium Press) Mons. Zeno Hastenteufel, obispo de la diócesis de Nuevo Hamburgo, en el estado de Río Grande del Sur, Brasil, ha escrito un artículo en el que habla sobre el seguimiento a Jesucristo. Él inicia su reflexión afirmando que la liturgia de este próximo domingo, el sexto del tiempo común, se expresa con mucha claridad: quien quiera seguir a Jesucristo tendrá que observar los mandamientos.
Según el prelado, este camino pasa por medio de los mandamientos, pero podrá alimentarse de los sacramentos de la Iglesia que Jesucristo nos dejó. «Es claro que los otros tendrán un camino mucho más largo, tendrán libertades mayores, pero no tendrán alguien, allá en frente, saludándolos y aguardando nuestra llegada», evalúa.
Mons. Zeno cita también la carta de San Pablo a los corintios, que habla respecto a una sabiduría de Dios que es completamente diferente a la sabiduría de este mundo y a la sabiduría de los poderosos de este mundo, que siguen otros valores y juzgan según otros criterios.
Pero, como está escrito, «Lo que Dios preparó para los que lo aman es algo que los ojos jamás vieron, ni los oídos oyeron, ni corazón alguno jamás presintió» (1 Cor 2,9). Y, después de esta aseveración, agrega: «A nosotros Dios reveló ese misterio a través del Espíritu. Pues el Espíritu explora todo, incluso las profundidades de Dios» (1 Cor 2,10).
De acuerdo con el obispo, para los que creen y buscan seguir a Jesucristo, viviendo su fe, y buscan seguir la consciencia, según la moral cristiana, existen los mandamientos. Y Jesús dice claramente: «No penséis que vine a abolir la ley y los profetas. No vine a abolir, sino a darles pleno cumplimiento» (Mt 5,17-18).
«En verdad, él no vino para abolir la ley y los profetas. Nosotros podemos hasta decir que él vino para ratificar la antigua alianza y dar continuidad a todos los que quisieren seguir su mensaje y su modo de vida. Él vino a redimir los pecados y para darnos condiciones a seguir siempre con más fidelidad. Es por eso que él dice: ‘Si vuestra justicia no es mayor que la justicia de los maestros de la ley y de los fariseos, vosotros no entrareis en el reino de los cielos’ «, completa el prelado.
Por último, Mons. Zeno afirma que hace dos mil años Jesús ya reconocía la existencia de dos grupos: los que están con él, siguiendo su mensaje y observando sus mandamientos, y el grupo de los fariseos e hipócritas, de los cuales él no espera el mismo comportamiento.
«En el mundo en que nosotros vivimos también es cada vez más claro que hay una distancia muy grande entre los seguidores de Cristo y los otros, que muchas veces ya fueron cristianos, nacieron en familias religiosas, fueron bautizados en nuestra Iglesia, de primera comunión hecha, pero en este momento están alejados y cada vez más distantes de la fe y de sus valores. Es nuestro propósito ir al encuentro de los alejados. Queremos darles una nueva oportunidad», concluye. (FB)
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