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Puerto Alegre (Lunes, 30-06-2014, Gaudium Press) La Catedral Madre de Dios de la Arquidiócesis de Puerto Alegre, en el Estado de Río Grande del Sur, Brasil, pasó a contar a partir del día 28 de junio, con la exposición permanente de la reliquia de la Bienaventurada Bárbara Maix, fundadora de la Congregación de las Hermanas del Inmaculado Corazón de María y primera mujer a ser beatificada en la capital gaucha.
De acuerdo con la asesoría de comunicación de la Arquidiócesis de Puerto Alegre, la reliquia es considerada de primera clase, por ser parte del cuerpo de la Bienaventurada Bárbara Maix: un hueso de sus manos. Para la asesoría, la exposición quiere recordar su vida de trabajo y oración, fundando la Congregación de las Hermanas del Inmaculado Corazón de María. Se trata de un memorial de una vida entregada por el Reino de Dios y su Justicia.
La Congregación de las Hermanas del Inmaculado Corazón de María es presencia en Brasil y en ocho países más: Argentina, Estados Unidos, Paraguay, Venezuela, Mozambique, Bolivia, Italia y Haití. La sede general de la congregación está establecida en Puerto Alegre, con la actuación de las hermanas en todo el Río Grande del Sur en las áreas de educación, salud, acción social y animación misionera.
Bárbara Maix
Bárbara Maix, fundadora de la Congregación de las Hermanas del Inmaculado Corazón de María, nació en Viena, Austria, el día 27 de junio de 1818. Debido a la persecución religiosa movida por la revolución de 1848, Bárbara embarcó para el Brasil con 21 compañeras más, llegando a Río de Janeiro después de 57 días de viaje. El día 8 de mayo de 1849, fundó la Congregación de las Hermanas del Inmaculado Corazón de María, en Río de Janeiro.
Bárbara Maix, que falleció el día 17 de marzo de 1873, vivió las Virtudes Teologales y Cardinales de forma heroica, evangélica, en el más alto grado, siendo presentada como modelo de vida y virtudes de la fe cristiana para los tiempos actuales.
A fines del mes de marzo de 2010, el Papa Benedicto XVI autorizó la publicación del Decreto del milagro atribuido a la intercesión de la fundadora: la cura prodigiosa del niño, Onorino Ecker, que en julio de 1944 quedó completamente curado después de sufrir quemaduras de tercer grado cuando le sobrevino una olla de agua hirviente que estaba en una hoguera. Con eso, se dio el último paso para su beatificación.
Beatificación
El proceso de beatificación de la madre austríaca tuvo inicio en 1993 y se tornó realidad el día 6 de noviembre, en la capital gaucha, cuando más de 15 mil personas acompañaron y se emocionaron con una ceremonia única e histórica para la Iglesia de Río Grande del Sur. La trayectoria de la beatificación culminó con la apertura a la visitación del relicario, pero esa historia sigue en busca de la canonización de la beata. La religiosa es la primera Bienaventurada de la Arquidiócesis de Puerto Alegre. (FB)
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