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Brasilia (Martes, 26-08-2014, Gaudium Press) La música es el instrumento que inspira nuestra alma y nos alimenta de buenos pensamientos. En la Iglesia Católica, los cánticos auxilian en las animaciones de las celebraciones eucarísticas y demás ceremonias religiosas.
En Brasilia, el Coro del Monasterio de San Bento viene llevando la alegría a los fieles brasileños a través de sus músicas, durante las Misas y conciertos católicos.
En el año 2015, el grupo formado por niños de 7 a 12 años se presentará en Roma en el Congreso Internacional que organiza la Federación Internacional Pueri Cantores cada cinco años. En esta ocasión, la asamblea contará con la presencia del Papa Francisco.
El fundador y director artístico del Coro MSB, Zoltan Paulinvi, en entrevista con Gaudium Press contó que el coro nació por el creciente número de vocaciones que la Orden venía recibiendo y la necesidad de ampliar las instalaciones del Monasterio, así como de la Iglesia. Una oportunidad que sirvió también para formar en lo musical tanto a los monjes como a la comunidad.
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«Al final de 2012, mientras yo me preparaba para regresar a Brasilia de mi doctorado en música en la Universidad de Évora, en Portugal, propuse la creación de la sección infantil del Coro del Monasterio de San Bento, que trae el beneficio adicional de poder atender musicalmente las solicitudes externas de la comunidad, permitiendo a los monjes concentrarse en sus oficios», contó a la redacción.
La sección infantil fue oficialmente fundada el 22 de febrero de este año, ofreciendo a los pequeños participantes clases de música, formación de repertorio amplio (del gregoriano a la polifonía), realización de participación litúrgica mensual y presentación de conciertos, con el propósito de edificar la iglesia del Monasterio de San Bento (MSB) musical y materialmente.
Zoltan cuenta que en mayo de este año, los niños se presentaron en Petrópolis, Río de Janeiro. Luego, fueron aceptados por la Federación Nacional de Niños Cantores y autorizados a participar activamente del próximo Congreso Internacional con el Santo Padre, en el mes de diciembre del próximo año.
El director musical relató que los niños consiguieron madurar a lo largo de este año de preparación para la entrada en la Federación, «pues realizan esfuerzos para conocer al Papa Francisco de cerca, conocer Roma, centro del catolicismo, donde vivieron muchos santos, excelentes músicos, y notables santos músicos».
Él cree que los pequeños vienen cogiendo frutos musicales y humanos en todas las etapas intermediarias de la peregrinación. «Todas las gracias conquistadas por los niños se ramifican inmediatamente por las respectivas familias.»
Zoltan también habló sobre las demás actividades que realizan los niños, entre ellas la preparación de músicas polifónicas, la alfabetización musical y la preparación vocal, que son desarrolladas a través de un programa de educación musical con el que cuenta el propio coro.
«Los niños entienden que, para adquirir excelencia y autodominio, es necesario estudiar diariamente en casa. El estudio mejora la percepción y es fundamental para aprender las músicas, principalmente aquellas en idiomas extranjeros», aconsejó.
Según el director artístico, la música sacra es una parte importante del repertorio usado por el coro, pues este género de melodía «forma parte del tesoro artístico de la Iglesia, ofreciendo testimonio de grandes artistas de la historia de la civilización».
«También detenemos atención a los más famosos cantos gregorianos: son monódicos, sin embargo nos aproximan musicalmente a la tradición monástica», completó.
Sobre la dedicación y el empeño de los niños en el coro, el director evalúa como significativa el hecho de representar «la manera más explícita e inmediata de cumplir la voluntad de Dios».
«Cualquier acto de caridad con un niño es el cumplimiento de la primera Ley: amar a Dios sobre todas las cosas. Principalmente tratándose de lecciones catequéticas. ¡Y enseñar música sacra es catequizar; estudiar música sacra es rezar todo el tiempo!», destacó, recordando que es esencial el apoyo y el estímulo de la familia para el crecimiento de ellos.
Además de eso, el fundador del Coro MSB resaltó que sus alumnos realizan oraciones durante los ejercicios, pues «no hay significado alguno en la vida si no actuamos por amor».
«Hacer actividades edificantes con los niños, y para los niños, es caridad, aún más meritoria con este objetivo litúrgico. Por eso, la ‘schola cantorum’ es una de las pastorales más antiguas y más notables de la iglesia. La música es muy importante tanto en la liturgia, como en la vida cotidiana: nos estimula a elevar el alma para Dios», reforzó.
Finalizando en la entrevista, Zoltan resaltó que en la música y principalmente en el coro, los niños, con sus aciertos, traen para nosotros una satisfacción inefable y resultados sensibles maravillosos. «Verdaderamente, la música nos hace humanos, plenamente humanos, y nos ayuda a elevar el alma a Dios», concluyó.
Por Leandro Massoni Ilhéu
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