Nueva York (Miércoles, 17-09-2014, Gaudium Press) El 13 de mayo de 2014, fiesta de Nuestra Señora de Fátima, la co-Catedral San José de Brooklyn fue dedicada por el obispo Nicholas Dimarzio, después de magnífica restauración.
La misa estaba rebosante de sacerdotes y fieles de Brooklyn, Nueva York y más allá. El cardenal Edward Egan, arzobispo emérito de Nueva York, quien hizo la homilía, dijo que aquello era simplemente magnífico. «Sí, la revelación de Cristo no podría haber tenido lugar sin María, y también sin la intermediación de José, quien la recibió en su casa; José protegía tanto María como a Jesús».
El diácono Christopher Heanue dijo que hizo cuestión de no mirar hacia el cielo raso, hasta que no inició la procesión de entrada: «Esta iglesia es espectacular, y yo realmente creo que el Cardenal lo dijo de la mejor manera, esto es Nueva York en lo más fino que tiene, esta es la Iglesia en su mejor expresión, esto es Estados Unidos en lo mejor de sí».
El Rector de la iglesia, Monseñor Kieran Harrington, dijo que es hermoso que en la fiesta de la Virgen de Fátima se dedique esta iglesia, bajo la protección de San José, quien enseñó Jesús a ser un hombre.
«Sí, diría que es impresionante», dijo el Obispo Dimarzio, quien destacó la contribución de la feligresía para la restauración: «Los mexicanos en realidad tomaron cuenta de las bancas y las puertas y lijaron a fondo para que todo estuviera terminado. Así que tuvimos un montón de gente que vino como piedras vivas para hacer este edificio tan hermoso».
Uno de los colaboradores dijo que las personas que ayudaron con los bancos fueron primero cinco y en las últimas semanas el número aumentó a cuarenta. «Dios nos dio un poder para hacer esto, voy a recordar esta noche por siempre», agregó José Luis.
Como añadió el P. Patrick Keating, «esta noche fue realmente como un renacimiento, una señal de la esperanza de la Iglesia. La Iglesia está viva y creciendo, un hermoso signo».
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