Obispo de Portland rechaza suicidio asistido: Vida y muerte están en la manos de Dios

Portland (Jueves, 30-10-2014, Gaudium Press) Con motivo de la noticia del suicidio asistido de una joven de 29 años, anunciado públicamente por la paciente, quien además lo llevará a cabo en el estado de Oregon por la legislación que admite la práctica, el Arzobispo de Portland, Estados Unidos, Mons. Alexander Sample, publicó una declaración en la que recuerda la doctrina de la Iglesia sobre el respeto a la vida en los momentos finales de la existencia. «Nuestras vidas y nuestras muertes pertenecen a las manos de Dios que nos creó y nos sostiene», recordó el prelado. «A través del sufrimiento, la muerte y la Resurrección de su Hijo, Jesús, sabemos que la muerte no tiene la última palabra».

«Cada momento de la vida es precioso», indicó Mos. Sample. Foto: Deb West.

Mons. Sample indicó que la certeza de la muerte puede inspirar temor a muchas personas, más aún si está asociada al sufrimiento físico, y que el suicidio asistido representa una respuesta engañosa a esta realidad. «El suicidio asistido ofrece la ilusión de que podemos controlar la muerte al ponerla en nuestros propios términos», explicó, para luego rechazar esa elección como contradictoria. «Matarse uno mismo elimina la libertad que disfrutamos en nuestra vida terrena. La verdadera autonomía y la verdadera libertad vienen sólo si aceptamos la muerte como una fuerza más allá de nuestro control». Para los creyentes, la esperanza de la vida eterna anima la preparación a ese momento, confiados por completo en Dios.

«La vida es un don de Dios, y sólo tenemos una oportunidad de vivir lo que nos ha sido entregado», animó el Arzobispo. «Cada momento de la vida es precioso y cada momento de la vida vale la pena». El prelado rechazó la promoción del suicidio asistido, que «siembra confusión sobre el propósito de la vida y sobre la muerte», denunciando la sugerencia de que una vida humana pudiera carecer de sentido y que el acortamiento de la vida pueda ser una respuesta adecuada a la muerte.

«En lugar de acelerar la muerte, motivamos a todos a abrazar los a veces difíciles pero preciosos momentos al final de la vida, porque es frecuentemente en esos momentos cuando llegamos a entender lo que es más importante en la vida», exhortó Mons Sample. «Nuestros días finales nos preparan para nuestro eterno destino».

El prelado recordó la solidaridad de la Iglesia con quienes padecen enfermedad y enfrentan la muerte, así como quienes sienten que su vida carece de sentido. «¡No se rindan! Estamos con ustedes», aseguró Mons. Sample. «Como amigos, familiares y vecinos queremos rodearlo con nuestro amor y compasión hasta el sagrado momento en que Dios los llame a casa. Y junto a ustedes, esperamos el día en que Dios enjugará todas las lágrimas de nuestros ojos y no habrá más tristeza, más sufrimiento, más muerte».

Con información de Zenit.