Ciudad del Vaticano (Viernes, 22-05-2015, Gaudium Press) El Evangelio de la liturgia de hoy narra el emotivo diálogo entre Jesús Resucitado y Simón Pedro, en el que el Señor quiere confirmar el amor que le devota aquel primer Pontífice: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?», pregunta el Redentor, a lo que contesta Pedro: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Tres veces repite la pregunta el Señor, en un tácito recuerdo de las tres ocasiones en que el apóstol lo había negado durante la Pasión. A raíz de esta lectura, el Pontífice habló, en la Casa Santa Marta, de las tres grandes miradas de Jesús al apóstol Pontífice.
Foto: Radio Vaticano |
La mirada del entusiasmo
Al inicio del Evangelio de Juan -recordó el Papa- cuando Andrés va a ver a su hermano Pedro y le dice: «¡Hemos encontrado al Mesías!», hay una mirada de entusiasmo. Jesús fija su mirada sobre él y le dice: «Tú eres Simón, hijo de Jonás. Serás llamado Pedro»: «Es la primera mirada, la mirada de la misión». Hay una primera mirada: la vocación y un primer anuncio de la misión. «Y ¿cómo es el alma de Pedro en aquella primera mirada? – se preguntó el Santo Padre. Es entusiasta. El primer tiempo de ir con el Señor».
La mirada del arrepentimiento
Tras describir la primera mirada Jesús y sus efectos en el llamado al discipulado, el Papa Francisco recordó la triple negación y luego el llanto compungido de Pedro, tras cruzar miradas con Jesús llagado y sufriente.
Pedro reniega de Jesús tres veces: «Ha perdido todo. Ha perdido su amor» y cuando el Señor le cruza su mirada, llora. «El Evangelio de Lucas dice: ‘Y Pedro lloró amargamente’. Aquel entusiasmo de seguir a Jesús se convirtió en llanto, porque él ha pecado: él ha renegado a Jesús. Aquella mirada cambia el corazón de Pedro, más que antes. El primer cambio es el cambio de nombre y también de vocación. Esta segunda mirada es una mirada que cambia el corazón y es un cambio de conversión al amor».
Además, está la mirada del encuentro después de la Resurrección. «Sabemos que Jesús ha encontrado a Pedro, dice el Evangelio, pero – observó el Papa – no sabemos que se han dicho».
La mirada de la misión
Finalmente, la mirada descrita en el Evangelio de hoy, que el Papa ha titulado como la Mirada de la Misión. «Es una tercera mirada: la mirada es la confirmación de la misión, pero también la mirada en la que Jesús» pide a Pedro que le confirme su amor. Y tres veces el Señor pide a Pedro la «manifestación de su amor» y lo exhorta a apacentar a sus ovejas. A la tercera pregunta, Pedro «permanece entristecido, casi llora»:
«Entristecido porque por tercera vez Él le pregunta: ‘¿Me amas?’. Y él le dice: ‘Pero Señor, Tú sabes todo. Tú sabes que te amo’. Y Jesús responde: ‘Apacienta mis ovejas’. Ésta es la tercera mirada, la mirada de la misión. La primera, la mirada de la elección, con el entusiasmo de seguir a Jesús; la segunda, la mirada del arrepentimiento en el momento de aquel pecado tan grave por haber renegado a Jesús; la tercera mirada es la mirada de la misión: ‘Apacienta mis corderos’; ‘Pastorea mis ovejas’; ‘Apacienta mis ovejas'».
La mirada de Jesús sobre mí
Tras hacer el recorrido sobre los mensajes de Jesús al apóstol Pedro por medio de sus miradas, el Papa invitó a que cada uno se pregunte: «¿Cuál es hoy la mirada de Jesús sobre mí? ¿Cómo me mira Jesús? ¿Con una llamada? ¿Con un perdón? ¿Con una misión?». Y él mismo responde: «Todos nosotros estamos bajo la mirada de Jesús. Él nos mira siempre con amor. Nos pide algo, nos perdona algo y nos da una misión. Ahora Jesús viene sobre el altar. Que cada uno de nosotros piense: ‘Señor, Tú estás aquí, entre nosotros. Fija tu mirada sobre mí y dime qué debo hacer; cómo debo llorar mis equivocaciones, mis pecados; cuál es el coraje con el que debo ir adelante por el camino que tú has recorrido primero».
Con información de Radio Vaticano
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