¡En París, un círculo solo para hablar latín!

Redacción (Lunes, 25-05-2015, Gaudium Press) La existencia de tal iniciativa puede sorprender. Al final, ¿de qué sirve hablar latín en el siglo XXI? Los estudiosos del latín responden: Una lengua constituye una herramienta de comunicación que solo puede ser asimilada como tal. Poder practicarla en un ambiente de convivencia y exigencia permite, pues, asimilar hoy los refinamientos de una lengua que nutrió la cultura occidental, la literatura, las ciencias, las artes. Permite poder leer los grandes textos de esta literatura sin recurrir sistemáticamente a un diccionario y, por último, poder capturar de otra manera, placenteramente, un latín clásico y variado, legado de los eruditos de la Antigüedad, de la Edad Media y del Renacimiento.

El Círculo Latín de París [www.circulus.fr ] constituye una asociación cuyos miembros se reúnen, en París, en el ‘Quartier Latin’ cerca de la Sorbonne y del Panteón, cada tres semanas aproximadamente.

Las sesiones -enteramente en latín- incluyen a veces ejercicios didácticos que permiten pasar de los meros conocimientos teóricos a la práctica oral de la lengua, con actividades como conferencias, lecturas, vídeos, teatro, etc.

Informa el cotidiano «Le Figaro» (20.5.15) que se encuentran en las reuniones del Círculo miembros de las más variadas camadas sociales, tales como ingeniero, estudiante, cantante o ex-conductor de tren.

Juntos, estos apasionados por la lengua de Cicerón hablan y llegan a crear palabras o expresiones nuevas como « telephonium gestabile » (teléfono celular), para que el latín esté bien pegado a la modernidad.

Su faja etaria varía de 13 a 80 años.

La riqueza sociológica del grupo sorprende un tanto y permite proporcionar debates animados, vivos.

Sus miembros hablan exclusivamente en latín, salvo cuando algún término les hace falta. El moderador del grupo explica no ser ellos «psico-rígidos».

Contestando a la acusación de ser anticuados, uno de los entrevistados declara que en los Estados Unidos, que representan «el país moderno», hay un número cada vez mayor de estudiantes que aprenden el latín. En la promoción de fin de año, en Harvard, por ejemplo, el líder hace el discurso en latín, sin ninguna anotación, ‘ex abrupto’.

Gaudium Press / Guy de Ridder