Bogotá (Miércoles, 15-07-2015, Gaudium Press) El Banco de la República de Colombia anunció recientemente que en los próximos meses emitirá una moneda conmemorativa de Santa Laura Montoya, la primera santa reconocida del país suramericano. La moneda, que tendrá un valor no comercial de 5.000 pesos colombianos, llevaría la imagen que se utilizó de la santa en su beatificación y canonización, ésta última celebrada en mayo de 2013 en el Vaticano.
La moneda tendrá un valor no comercial de 5.000 pesos y llevará la imagen de la Santa utilizada en su Beatificación y Canonización / Foto: Sonia Trujillo. |
La noticia fue recibida con gran júbilo por la Congregación de las Misioneras de María Inmaculada y de Santa Catalina de Siena, fundada por la santa, tal como comentó a Caracol Radio la Hermana Ayda Orobio, su Directora General: «Es para nosotros una gran alegría saber de este reconocimiento, porque en nombre de Colombia se valora el significado de una vida que fue testigo de sacrificio, de apoyo a los más pobres, a los que más necesitan que hoy lo siguen siendo como son la población indígena, la población afro y los pueblos campesinos».
La religiosa también adelantó que hasta el momento se están diseñando los bocetos de lo que será la moneda conmemorativa: «El Banco de la República nos solicitó la autorización para utilizar la fotografía de Santa Laura Montoya, porque hay muchas fotografías de ella, pero la foto que se usó el día de la beatificación y el día de la canonización que fue exhibida en la Plaza de San Pedro en Roma, es la fotografía oficial de Santa Laura, entonces, ellos necesitan tener las autorizaciones necesarias».
Según anunció el Banco colombiano, la moneda será honorífica y tiene el fin de resaltar el legado de la primera santa del país. «No será una moneda de valor comercial, sino una moneda de valor honorífico, un recordatorio para que todo el que tenga la oportunidad de llevarla y conseguirla, sienta esa satisfacción que nuestra patria tiene personas que nos dan esos grandes valores que necesitamos, esa capacidad del pueblo colombiano de dar lo mejor, esa invitación a ser mejores (…) Cuando se hace un honor a Laura Montoya se está reconociendo ese valor de todas las personas y el significad de servir de ayudar y ser testimonio de amor y fraternidad, eso encierra la vida de Santa Laura Montoya», agregó Hermana Orobio Granja.
La noticia también llenó de especial alegría a los habitantes de Jericó, ciudad natal de la santa. Así lo hizo saber su alcalde, David Alonzo Toro Cadavid, quien fue citado por El Colombiano: «A nosotros, como comunidad de Jericó, nos alegra en el alma que nuestra santa, además de ser reconocida por lo que hace, esté en una moneda que se dice no será comercial, pero será de oro».
Madre de los indígenas
María Laura de Jesús Montoya Upegui -nombre de cuna de la santa colombiana-, nació el 26 de mayo de 1874 en Jericó. Siendo huérfana de padre tuvo que enfrentar desde muy joven las dificultades de la pobreza, sobrellevándola con amor y sacrificio. A los 16 años ingresa a la normal de Institutoras de Medellín convirtiéndose en maestra elemental y llegando, con gracia de Dios, a ser una gran formadora de generaciones cristianas, escritora innata y una mística profunda por el tiempo que dedicaba a la oración contemplativa.
La Madre Laura se dedicó a evangelizar a los indígenas. |
Con el paso de los años conoce la realidad de las comunidades indígenas, quienes al estar alejados de los centros urbanos no conocían a Dios, y decide fundar una Congregación que llevase la luz del Evangelio a los habitantes de las selvas. Este anhelo se hace realidad en 1914 con la fundación de las «Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena», que recibió el apoyo de Mons. Maximiliano Crespo, entonces Obispo de Santa Fe de Antioquia.
La religiosa fallece en la ciudad de Medellín el 21 de octubre de 1949. Es beatificada por San Juan Pablo II el 25 de abril de 2004 y canonizada por el Papa Francisco el 12 de mayo de 2013.
«Santa Laura Montoya fue instrumento de evangelización primero como maestra y después como madre espiritual de los indígenas, a los que infundió esperanza, acogiéndolos con ese amor aprendido de Dios, y llevándolos a Él con una eficaz pedagogía que respetaba su cultura y no se contraponía a ella. En su obra de evangelización Madre Laura se hizo verdaderamente toda a todos, según la expresión de san Pablo (cf. 1 Co 9,22). También hoy sus hijas espirituales viven y llevan el Evangelio a los lugares más recónditos y necesitados, como una especie de vanguardia de la Iglesia», expresó sobre ella y su Congregación el Papa Francisco el día de su canonización.
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Con información de Caracol Radio, El Colombiano y Vatican.va.
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