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Mumbai (Viernes, 06-11-2015, Gaudium Press) La Convención Nacional de Enfermeros Católicos, realizada en Mumbai, India, del 31 de octubre al 2 de noviembre, emitió una declaración en la cual recuerda el deber de los profesionales de la salud en el cuidado y la compasión en servicio de la vida. «Nuestro cuidado es la continuación de la obra de Dios que nos dio la vida. Compartimos la misión evangelizadora y pastoral de la Iglesia», afirmaron los profesionales.
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| La atención en salud es parte de la misión de la Iglesia. Foto: CHAI. |
La declaración recuerda que «desde su creación, la Iglesia Católica ha trabajado en el servicio de los enfermos, los sufrientes y los moribundos. Por esa razón, la Iglesia está comprometida con la acción constructiva que apoya la dignidad y el honor como valores inherentes a la vida humana» y «por la misma razón los enfermeros católicos y el personal de la salud trabajando los hospitales en toda India deberían ser considerados ‘guardianes de la vida’ en contra de la cultura de la muerte».
La convención convocó 325 enfermeros de 46 diócesis en India y es la edición número 20 del evento. En el lugar se congregaron también el Nuncio Apostólico, cinco Obispos, 16 sacerdotes y varios expertos en el campo médico, según informó Asia News. Los profesionales recordaron que Cristo mismo llevó a cabo la curación de los enfermos como una parte importante de su ministerio y envió a sus discípulos a curar toda enfermedad, por lo cual la misión de la Iglesia en el campo de la salud es uno de los pilares de su actividad.
Los diferentes talleres y encuentros de la convención reflexionaron sobre la cultura de la muerte en la sociedad actual que amenaza la vida humana incluso antes de que nazca la persona. Temas como el aborto, la fertilización in vitro, la maternidad subrogada y otras prácticas inmorales actuales fueron analizadas por los agentes de la salud.
«Como enfermeros nos vemos a nosotros mismos como guardianes de la vida», afirmaron los agentes de salud. «En contra de la cultura la muerte, queremos construir una civilización del amor fundada en los valores universales del amor, la paz, la solidaridad y la justicia». La declaración final renueva el compromiso de «proteger la vida como un don precioso de Dios y cuidar de ella desde el nacimiento hasta la muerte natural, fortalecer el espíritu de cuidado compasivo, cuidar especialmente a los más vulnerables – como los enfermos mentales y las personas con discapacidad – y evitar cualquier discriminación, así como apoyar a los pacientes y sus familias en el camino del final de la vida.
Con información de Asia News
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