Navidad es una celebración de la misericordia de Dios: Arzobispo de Singapur

Singapur (jueves, 24-12-2015, Gaudium Press) En su mensaje pastoral de Navidad, el Arzobispo de Singapur, Mons. William Goh destacó la Fiesta de Navidad como una celebración de la misericordia de Dios para con los hombres. Antes de la venida de Jesucristo, «vivíamos como huérfanos en el exilio, sin saber nuestra verdadera identidad y nuestro destino», expuso el prelado.

Portada de la edición de Navidad del informativo diocesano Catholic News Singapur.

Mons. Goh citó la Carta de San Pablo a Tito, que señala con claridad que Dios «no se fijó en lo bueno que hubiéramos hecho, sino que tuvo misericordia de nosotros y nos salvó» a través de Jesucristo, lo que permite a los creyentes esperar «nuestra herencia, la vida eterna». Toda la vida de Jesús y particularmente su Pasión, Muerte y Resurrección, muestra el enorme amor de Dios por los hombres.

«El Nacimiento de Jesús es apenas el comienzo de la manifestación de la misericordia de Dios. La causa de nuestra celebración es en vista de su muerte y resurrección, porque es en su misterio pascual que llegamos a descubrir su verdadera identidad como verdadero Dios y verdadero hombre», expuso el Arzobispo. Jesús se despoja de su esplendor divino en la Encarnación para poder despojarse Él mismo de su humanidad en la Pasión. «La misericordia de Dios es por tanto una de vaciarse», comentó el prelado. Sin haber pecado en forma alguna, «Jesús comparte con nosotros todo nuestro dolor, nuestro sufrimiento e incluso las consecuencias de nuestros pecados».

La recepción del gran don de la misericordia de Dios debe llevar a los cristianos a transmitir la misericordia a sus hermanos. «La entrega de regalos de Navidad está arraigada en la entrega de Dios mismo. Con Cristo, deseamos vaciarnos para el servicio de los otros, identificándonos con el pobre, el sufriente, los que tienen sed espiritual y hambre material», motivó Mons. Goh. «Más que todo, queremos mostrar nuestro perdón a quienes nos han herido, engañado o incluso destruido nuestra familia y reputación».

«Hoy, los pecadores esperan ser perdonados y reconciliados: su ex esposa, sus hijos, sus amigos», continuó el Arzobispo. «Debemos ir más allá del dar regalos materiales en Navidad para darnos nosotros mismos, nuestros recursos, nuestro tiempo, nuestro amor y nuestro perdón». El prelado invitó a dar el primer paso para acercarse a lograr la reconciliación con los enemigos y quienes nos han herido. «Movámonos fuera de nuestras zonas de comfort y atendamos el cuerpo herido y magullado de nuestro Señor en el sufrimiento de los otros».

Finalmente, el Arzobispo invitó a no quedarse en una celebración sentimental o nostálgica, incluso en la estética del pequeño y tierno Niño Jesús. «En su lugar, la Liturgia de Navidad se enfoca en la Segunda Venida de Cristo, cuando Él será el Rey del universo y Dios será todo en todos», concluyó. «No debemos caer en la tentación de permitir que las celebraciones externas y el regocijo ocultar el objetivo de nuestra celebración: la misericordia y la gracia de Dios revelada a nosotros en Cristo Jesús. ¡Que todos tengan una santa y bendecida Navidad!».

Con información de Catholic News Singapur.