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Brasilia (Viernes, 29-01-2016, Gaudium Press) La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de este año será realizada en el mes de julio, en Polonia. Cerca de 10 mil jóvenes brasileños ya se inscribieron para el mayor evento de la juventud católica.
Los jóvenes se están preparando para el encuentro. Las comunidades y diócesis participantes están realizando momentos celebrativos, oración y Adoración al Santísimo Sacramento, a fin de proporcionar un ambiente similar al que los viajantes deben encontrar en Cracovia.
Es claro que muchos jóvenes brasileños que desearían no podrán ir a Polonia. Factores como la distancia de la sede del evento y la cuestión financiera realmente impiden el embarque de los católicos para el Viejo Continente.
Con todo, eso no significa que el espíritu de la jornada debe disminuir. Quien lo garantiza es el presidente de la Comisión Episcopal para la Juventud, Mons. Vilson Basso. Según afirma, la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB) ha sugerido que todas las diócesis del país promuevan actividades durante la JMJ para aquellos jóvenes que no puedan ir a Polonia.
«Que promueva en la catedral, que promueva en la plaza de la ciudad, que promueva en las parroquias, actividades durante la Jornada Mundial creando ese espíritu de comunión con el Papa, con la juventud que puede ir allá, pero manteniendo encendido el espíritu de la JMJ aquí desde Río de Janeiro, porque fue una bendición para toda la Iglesia en Brasil», dijo.
Aún se recogen los frutos de la JMJ Río 2013
Mons. Vilson resaltó que uno de los resultados obtenidos con la última Jornada Mundial de la Juventud -realizada en Río de Janeiro en 2013, con la presencia de más de 4 millones de personas- es la mayor participación de la juventud en las actividades de la Iglesia, con el surgimiento de más grupos de jóvenes, además de experiencias misioneras dentro y fuera de las diócesis.
«Nosotros sentimos que la preparación para la Jornada, el paso de la Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud, las palabras del Papa Francisco plantaron semillas que producirán frutos por muchos años», completó.
Además, como otra forma de mantener encendido el espíritu misionero, el prelado recordó el proyecto «Rota 300», por ocasión de los 300 años del encuentro de la imagen de Nuestra Señora Aparecida en el río Paraíba del Sur, a ser conmemorados en 2017. La Imagen de Aparecida está peregrinando por las comunidades y lugares de Brasil, siendo portada por los jóvenes.
La conclusión de este evento ocurre en la Semana Misionera, en julio de 2017, en las diócesis por donde pasa el río Paraíba del Sur.
«Un gran evento misionero aquí en la región de Aparecida, con la Madre Aparecida, en el espíritu de lo que fue la JMJ y haciendo que la juventud de hecho sea, como dicen los documentos de la Iglesia, como dicen las directrices; es que una Iglesia sin jóvenes es una Iglesia sin presente y sin futuro. Nosotros queremos una Iglesia católica con presente, con futuro, con la fuerza, la energía, la esperanza y la alegría de la juventud», destacó. (LMI)
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