Madrid acogerá ciclo de conferencias sobre los mártires como "Testigos de la Misericordia"

Madrid (Martes, 29-03-2016, Gaudium Press) Enmarcado en las actividades que este año tienen lugar con motivo del Jubileo de la Misericordia, el próximo fin de semana -los días 1, 2 y 3 de abril- se llevará a cabo en Madrid un ciclo de conferencias sobre los mártires y la misericordia. Las jornadas, que tendrán lugar en la Iglesia de las Calabravas, llevarán por tema «Santos Mártires del siglo XX en Madrid, testigos de la misericordia».

El evento será inaugurado el 1º de abril, viernes de la Octava de Pascua, con una solmene Eucaristía que presidirá el Cardenal Fernando Sebastián Aguilar, Arzobispo Emérito de Pamplona y Tudela, a las 19:30 horas en el templo e las Calatravas. Posteriormente, a las 20:15, el purpurado ofrecerá la conferencia titulada «La memoria de los mártires, alimento de nuestra fe».

La jornada del 2 de abril comenzará con la Misa vespertina del II Domingo de Pascua, conocido como el Domingo de la Divina Misericordia, que presidirá el Vicario General de Madrid, Avelino Revilla Cuñado, también a las 19:30. La conferencia de este día, que llevará por tema «Los santos mártires, primeros testigos de la Misericordia», estará a cargo de Mons. Antonio Martínez Camino, Obispo Auxiliar de Madrid.

El ciclo se cerrará el domingo 3 con la Misa del Domingo de la Divina Misericordia que presidirá Mons. Camino a las 12:30, y con el audiovisual «Mártires del siglo XX, testigos de la Misericordia», que se presentará en la iglesia madrileña a las 13:30 horas.

Las conferencias están inspiradas en el libro Guía «Memoriae martyrum. Santos mártires del siglo XX en Madrid», presentada en año pasado en el contexto del Año de la Vida Consagrada, y la cual habla sobre los lugares memoriales en los que se veneran los sepulcros de los mártires en toda la geografía de la diócesis madrileña.

Testigos de la misericordia

La Iglesia siempre ha visto a los mártires como testigos de la misericordia. Así lo recuerda la Constitución Dogmática «Lumen Gentium», en la cual también se basa el ciclo de conferencias.

«Siempre creyó la Iglesia que los apóstoles y mártires de Cristo, por haber dado un supremo testimonio de fe y de amor con el derramamiento de su sangre, nos están íntimamente unidas; a ellos, junto con la Bienaventurada Virgen María y los santos ángeles, profesó peculiar veneración e imploró piadosamente el auxilio de su intercesión», dice la Constitución Dogmática, que en otro apartado también señala: «Por el martirio, el discípulo se asemeja al Maestro, que aceptó libremente la muerte por la salvación del mundo, y se conforma a Él en la efusión de su sangre (…) Por eso, la Iglesia considera el martirio como un gran don y la suprema prueba de amor».

Juan Pablo II en la Carta Apostólica «Tertio milenio adveniente» también escribió: «La Iglesia del primer milenio nació de la sangre de los mártires: ‘Sanguis martyrum, semen christianorum’. Los hechos históricos ligados a la figura de Constantino el Grande nunca habrían podido garantizar un desarrollo de la Iglesia como el verificado en el primer milenio, si no hubiera sido por aquella siembra de mártires y por aquel patrimonio de santidad que caracterizaron a las primeras generaciones cristianas. Al término del segundo milenio, la Iglesia ha vuelto de nuevo a ser Iglesia de mártires. Las persecuciones de creyentes -sacerdotes, religiosos y laicos- han supuesto una gran siembra de mártires en varias partes del mundo».

Con información de la Archidiócesis de Madrid.