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Washington (Viernes, 01-04-2016, Gaudium Press) La Parroquia de San Lucas en la Inmaculada Concepción de la ciudad de Washington, Estados Unidos, confiada al Ordinariato de la Sede de San Pedro, fue la sede de la histórica primera Misa Crismal de un Ordinariato anglocatólico. La celebración es posible gracias al nombramiento del primer Obispo en el Ordinariato de la Sede de San Pedro, Mons. Steven Lopes (ver noticia anterior).
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| Mons. Lopes y Mons. Viganó presidieron la primera Misa Crismal de un Ordinariato anglocatólico. Foto: Ordinariato de la Sede de San Pedro |
El rito es doblemente significativo, ya que por una parte se celebra por primera vez según el Uso del Ordinariato, las normas litúrgicas aprobadas por la Santa Sede para las comunidades de católicos provenientes del anglicanismo, y por otra parte muchos de los fieles admitidos en la Iglesia a través de los Ordinariatos nunca han tenido la experiencia de asistir a este rito, de importante tradición en la Iglesia Católica.
La importancia del evento fue destacada por la presencia del Nuncio Apostólico en Estados Unidos, Mons. Carlo María Viganó, y el acontecimiento fue vivido con notable anticipación por la comunidad anglocatólica. «La felicidad de finalmente estar a bordo de una barca capaz de navegar en el mar es casi palpable en San Lucas», comentó Charlotte Hays, fiel de esta parroquia y redactora para National Catholic Register. «La presencia del Nuncio agregó a la sensación sobrecogedora de que somos, como lo afirma nuestra liturgia, ‘miembros incorporados del Cuerpo Místico de Vuestro Hijo, la compañía bendita de toda la gente fiel'».
En la celebración estuvieron presentes unos 25 sacerdotes del Ordinariato – todos ellos provenientes del anglicanismo – y varios sacerdotes de la Arquidiócesis de Washington y otras diócesis. Los sacerdotes del Ordinariato ya habían participado de las Misas Crismales de cada una de las Diócesis donde residen y obtenido de los Obispos locales los Óleos Sagrados y el Santo Crisma, pero se congregaron en Washington para realizar las promesas sacerdotales ante su Obispo.
Con información de National Catholic Register.
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