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San Pablo (Jueves, 10-09-2009, Gaudium Press) Por medio de una carta enviada el pasado martes al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban ki-Moon, cerca de 50 religiosos de todo el mundo y la secretaría general de Caritas Internacional, Lesley-Anne Knight, afirmaron que la corrupción es la principal responsable de la pobreza y pidieron más responsabilidad de los países ricos y pobres para acabar con ella.
El Obispo de Chimoio (Mozambique), monseñor Francisco João Silota, el secretario general del Consejo Africano de Líderes Religiosos y Religiones por la Paz, doctor Mustafá Alí, el obispo de Hallam (Inglaterra), monseñor John Rawsthorne, son algunos de los religiosos que firmaron el texto.
Dirigido a los miembros de la Convención de la ONU Contra la Corrupción (UNCAC, firmada en el 2003), el mensaje dice además que las prácticas de corrupción «son una barrera para la educación de calidad, atención sanitaria accesible y calidad de vida digna. La corrupción acaba con las oportunidades y las esperanzas».
Recordando la función de la UNCAC, el texto afirma que la creación de un «mecanismo de revisión, fundado en los principios de transparencia y participación de la sociedad civil» debe dar una señal a las «comunidades pobres de que aquellos a quienes fue confiado el poder y la responsabilidad están dispuestos y desean poner fin al flagelo de la corrupción».
La UNCAC es el primer tratado global creado por la Asamblea General de la ONU para armonizar los esfuerzos globales contra la corrupción. La próxima reunión del grupo será en Doha (Qatar), en noviembre de este año.
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