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Arica (Jueves, 01-09-2009, Gaudium Press) El pasado lunes 28 de septiembre el Obispo de Arica, monseñor Héctor Vargas visitó a las dirigentes víctimas de la contaminación por arsénico y plomo en la localidad de Cerro Chuño, que desde hace algunos días mantienen una huelga de hambre en la plaza Colón, a los pies de la Catedral de esa ciudad.
En la oportunidad, escuchó atentamente a las acompañantes de quienes han tomado la drástica medida de no ingerir alimentos como un medio para exigir que sus demandas sean atendidas y oró porque el diálogo se restablezca prontamente. También llamó a las autoridades a que atiendan al clamor de los vecinos que sufren por la contaminación.
Monseñor Vargas se mostró conmovido por la situación que atraviesan las familias del sector contaminado y afirmó que hace un año como Obispo de Arica denunció este hecho y que desde entonces ha estado solicitando soluciones. También recordó el reconocimiento de la gravedad del problema que hizo el Sr. Intendente a través de las disculpas que pidió a las familias
Contaminación por residuos tóxicos
El drama de estas familias data del año 1984, cuando la empresa chilena Promel introdujo al país 21 toneladas de desechos de minería de origen sueco, que quedaron depositados en una zona, en la que más tarde se construyeron viviendas sociales. Hasta la fecha se calculan más de 300 las personas afectadas por los residuos contaminantes de arsénico y plomo abandonados en la localidad de Cerro Chuño.
Los afectados solicitan al Estado una indemnización por los daños y perjuicios causados y exigen el retiro inmediato de los desechos tóxicos. Debido a la pasividad de la justicia y de las autoridades respecto al tema -como declaran las víctimas-, es que algunas dirigentes de las poblaciones afectadas han decidido como medida de presión iniciar una huelga de hambre para que sus demandas sean atendidas a la mayor brevedad.
Búsqueda de caminos de solución
En su paso por la norteña ciudad de Arica, el Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Monseñor Alejandro Goic se refirió a la situación afirmando que «el gobierno ha hecho una propuesta que no ha satisfecho plenamente sus inquietudes, pero lo que habría que decir es que es legítimo buscar una organización para defenderse en este caso, pero poner en riesgo la propia vida parece inadecuado, sobre todo si la vida es sagrada y una huelga de hambre prolongada puede dañar la salud de esas personas».
«Si pudiera hablar con ellas, les llamaría a deponer ese método de solución y buscar otros métodos que permitan satisfacer las demandas legítimas que tienen, sin embargo ese es un tema complejo, delicado. Yo haría un llamado a las autoridades y a ellos para que busquen caminos de solución que satisfagan, sino en un ciento por ciento, al menos en gran parte a las personas que tengo entendido piensan erradicar de ahí», puntualizó.
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