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Redacción (Jueves, 27-07-2017, Gaudium Press) En los límites de la comunidad autónoma de Cantabria, en España, se encuentra el municipio de Calameño que guarda dentro de sí una de las principales reliquias de la Cruz de Cristo. Se trata del ‘Lignum Crucis’ del Monasterio de Santo Toribio de Astorga que desde el pasado abril conmemora el Año Jubilar Lebaniego, evento que no tenía lugar desde hace una década.
Declarado «Acontecimiento de Excepcional Interés Público», este tiempo de gracia es oportunidad para que cientos de peregrinos crucen por la «Puerta del Perdón» del Monasterio y obtengan los beneficios de la Indulgencia Plenaria, que se gana cumpliendo las siguientes condiciones: peregrinar hasta el Monasterio; rezar un Padrenuestro, el Credo y una oración especial por el Papa; confesarse unos 15 días antes de la romería o inmediatamente después de la peregrinación; además de asistir a la Misa del Peregrino que allí tiene lugar.
El Año Santo Lebaniego, que se celebra desde la Edad Media, es un evento excepcional que ocurre solo en el año cuando la fiesta de Santo Toribio de Astorga, es decir el 16 de abril, coincide con el día domingo; tal como ocurre con el Año Jubilar Jacobeo cuando la solemnidad del Apóstol Santiago, el 24 de julio, también cae en domingo.
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| Monastrio de Santo Toribio de Astorga / Foto: Camino Lebaniego. |
Así como ocurre con el Camino de Santiago, también existe el Camino Lebaniego, que este 2017, gracias al tiempo jubilar, ha tomado fuerza. Su ruta original cuenta con tres etapas, comenzando desde San Vicente de la Barquera, una villa marinera, hasta el Monasterio de Santo Toribio, pasando por Herrerías, Lamasón, Peñarrubia, Cillórico y Potes. Pero también existe una ruta que se realiza desde León o Asturias.
Tal como cuentan en el sitio web oficial del Camino Lebaniego, en la Edad Media no se concebía peregrinar hasta la Tumba del Apóstol Santiago sin antes pasar por Santo Toribio y visitar el ‘Lignum Crucis’. Hoy muchos peregrinos de la ruta jacobea también hacen su escala en el Monasterio Calameño para venerar tan importante reliquia, considerado el trozo más grande de la Cruz de Cristo entre las reliquias que existen del santo madero.
De acuerdo con el cronista benedictino, Padre Sandoval, el ‘Lignum Crucis’ corresponde al brazo izquierdo de la Santa Cruz que Santa Elena, madre del Emperador Constantino, dejó en Jerusalén tras el descubrimiento del sagrado leño. El palo vertical mide 635 mm, y el travesaño, 393mm; su grosor es de 38 mm. La madera es una especie autóctona de Palestina del tiempo de Jesús, según revelaron estudios posteriores.
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| El ‘Lignum Crucis’ / Foto: Camino Lebaniego. |
Actualmente el leño lo cubre un relicario en forma de Cruz, quedando expuesto el agujero donde estuvo uno de los clavos de Cristo.
La reliquia llegó al Monasterio justamente en la Edad Media junto con los restos de Santo Toribio de Astorga. El santo fue por varios años el custodio de las reliquias de Jesucristo en Jerusalén, y trasladó -con el debido permiso del Papa- un trozo de la Cruz de Jesús hasta Astorga, ciudad donde fue Obispo. Tiempo después, la reliquia es trasladada a Liébana (Calameño) por un grupo de cristianos, para ponerla a salvo de la invasión musulmana.
El actual Monasterio fue construido en 1256 con el apoyo de los fieles de entonces. Es de estilo gótico con influencia cisterciense.
Ver también: Las reliquias de la Pasión: una visita a la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén
Con información de SIC y caminolebaniego.com.
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