Menú 
Motherwell (Jueves, 07-09-2017, Gaudium Press) En un histórico hito en la historia de Escocia, el país, que hace parte de Reino Unido, fue consagrado a Inmaculado Corazón de María por parte de los Obispos Católicos del territorio con el apoyo del Parlamento. El Acto de Consagración fue celebrado en el Santuario de Nuestra Señora de Carfin. La consagración, vinculada al Centenario de las Apariciones de Fátima se adelanta en dos años a la Consagración de Inglaterra, para la cual los Obispos convocaron a un tiempo de oración y preparación (ver noticia anterior).
 |
| Inmaculado Corazón de María. Foto: FoiCatholique. |
«Los Obispos escoceses son los sucesores de los Apóstoles en Escocia. Reunidos como Colegio de Obispos en unión con Pedro y en quienes reside la autoridad espiritual de Escocia, ellos invocan esta autoridad por nuestro país para recurrir e interceder ante el Corazón de nuestra Madre María, seguros de que ella no dejará de venir en nuestra ayuda sino que nos confiará al cuidado de su amado Hijo», afirmó el Obispo de Paisley, Mons. John Keenan, según informó National Catholic Register.
El Acto de Consagración confía a la Santísima Virgen «todo lo que tenemos, todo lo que amamos, todo lo que somos» y hace entrega de las mentes, corazones y almas de todos los fieles del país. «Voluntariamente ponemos a tu servicio nuestros hogares y nuestras familias, nuestras parroquias y escuelas: deseamos que todo lo que hay en nosotros y alrededor nuestro pertenezca a ti, Oh María, y participe de los beneficios de tu cuidado maternal».
La moción aprobada por el Parlamento afirma que el órgano legislativo «reconoce que los Obispos Católicos de Escocia consagrarán la nación al Inmaculado Corazón de María el 03 de septiembre de 2017; entiende que los Obispos orarán por Escocia en el Santuario Mariano de la Gruta de Carfin, cerca de Motherwell, pidiendo que Escocia sea animada con un deseo renovado de buscar la verdad, y entiende que al mismo tiempo ellos orarán por todos los parlamentarios y el gobierno de forma que cumplan su papel en la construcción de una civilización de amor y trabajen para crear un lugar donde todas las personas sean valoradas, un lugar donde los pobres, los solitarios y los marginados no sean olvidados, y un lugar donde las personas sean libres de practicar su fe».
La Consagración se produce en momentos en que el país vive un proceso de reflexión sobre su propia identidad y la Iglesia enfrenta desafíos en el ámbito público como las propuestas de redefinición del matrimonio y la legalización del aborto sin restricciones y las consecuencias amenazas a la libertad religiosa y de expresión de quienes manifiestan su desacuerdo. Para Mons. Keenan el recurrir a la Santísima Virgen es una necesidad para expulsar el mal que el demonio ha sembrado en la sociedad y vencer las estrategias de quienes conspiran contra la religión y la moral cristiana.
Con información de National Catholic Register.
Deje su Comentario