viernes, 22 de noviembre de 2024
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Los tesoros de Santa Isabel de Hungría que custodia la Catedral Primada de Colombia

Bogotá (Lunes, 30-10-2017, Gaudium Press) Santa Isabel de Hungría es la Patrona de la Arquidiócesis de Bogotá, un título que goza no de manera gratuita, sino por un acontecimiento que marcó la historia de la ciudad: el franciscano Luis Zapata de Cárdenas, quien fuese el segundo Arzobispo de Bogotá, consagró la capital a la santa luego de haber recibido como obsequio algunas de sus reliquias: varios huesos y parte de su cráneo.

Justamente estas reliquias, y la capilla que se edificó en homenaje a la santa a comienzos del siglo XX, son unos de los grandes tesoros que custodia la Catedral Primada de Colombia.

«La Capilla de Santa Isabel de Hungría fue construida a comienzos del siglo XX. Ocupa el lugar que ocupaba la antigua capilla de Santa Catalina y lugares de osarios que existían en la Catedral. Se hizo para conmemorar la fiesta de Santa Isabel de Hungría, Patrona de la Arquidiócesis», explicó Mons. Juan Miguel Huertas, Deán de la Catedral, en entrevista con la Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones (OAC).

De acuerdo con el Deán, el lugar tiene dos funciones: ser sede del culto a Santa Isabel de Hungría en Bogotá, y uno de los panteones donde yacen los cuerpos mortales de algunos arzobispos, además de varios personajes ilustres.

«En esta capilla, dedicada a Santa Isabel como un lugar preminente de la Catedral, se encuentra también la tumba del fundador de la Ciudad, Don Gonzalo Jiménez de Quesada; monumento fúnebre con una escultura yacente del Maestro Acuña», señaló Mons. Huertas.

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Busto relicario de Santa Isabel de Hungría / Foto: OAC.

Allí también se encuentran los restos del Arzobispo Mosquera, que llegaron desde Francia en los años 30; el Arzobispo Paul, el Arzobispo Arbeláez y los restos del Cardenal Crisanto Luque. Además se halla una placa conmemorativa del sacerdote que celebró la primera misa en la fundación de Santafé de Bogotá el 6 de agosto de 1538: el dominico Fray Domingo de las Casas.

Al interior de la capilla destaca el Cuadro de Santa Isabel de Hungría que se mandó pintar a inicios del siglo XX. La obra es una copia de una obra de Murillo realizado por Domínguez, donde se representa a la santa lavando a los menesterosos. «La santa se caracterizó por su amor y servicio a los pobres. Y precisamente esta acción caritativa de lavar a los tiñosos y curarlos es una manifestación de su carisma como caridad y amor a los pobres (…) Se dedicó a ayudar a los pobres. Lo hacía a veces de una forma ingenua, sacando de las cocinas de Palacio alimentos y pan para repartir a los pobres que esperaban en las puertas del castillo», contó el Deán de la Catedral.

Sobre el patronato de la santa, Mons. Huertas comentó que existes dos historias paralelas. La primer habla la propia historia del a santa, cuyos restos mortales fueron guardados en Turingia, estado alemán, pero dispersadas con la llegada de la reforma protestante que generó la profanación de sus restos. Con el nombramiento de Carlos V como emperador del Sacro Imperio, las reliquias son recuperadas, trasladándose a Bruselas y a Madrid.

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Placa conmemorativa de la primera misa en Bogotá y pluma utilizada por el Beato Pío IX para la Bula de la Inmaculada Concepción / Fotos: OAC.

La otra historia habla del entonces capitán de los Tercios de Flandes, Luis Zapata de Cárdenas, quien estando en Valladolid tiene una visión: se le aparece su compañero fallecido, quien le cuenta que se halla en el Purgatorio y le pide oración. Tal fue la impresión del capitán que se hace franciscano. Con el tiempo es nombrado visitador de los franciscanos en América, luego capellán de la Casa Real de España cuando la reina era Ana de Austria, cuarta Esposa de Felipe II; y posteriormente nombrado Arzobispo de Santafé. Es aquí cuando recibe por parte de la soberana parte de los huesos de Santa Isabel de Hungría para que los lleve a aquella ciudad de América. Al llegar a Santafé, la declara patrona de la Arquidiócesis.

Entre los tesoros de la Catedral no puede faltar el relicario que representa el busto de Santa Isabel de Hungría. Fue elaborado en el siglo XVII en plata por la Escuela Santafereña. En la parte frontal hay un recipiente de oro que contienen los huesos y parte de la cabeza de la Santa. Este relicario, por seguridad, permanece en la bóveda del tesoro de la Catedral, pero sale para la veneración de los fieles el 17 de noviembre, solemnidad litúrgica de la patrona de la Arquidiócesis de Bogotá.

Estos hechos están narrados en el Libro Becerro que también custodia la Catedral Primada de Colombia, cuyas crónicas comenzaron a ser redactadas en 1590. Allí están anotadas las efemérides más representativas de la Catedral, siendo la última anotación la visita que realizó el Papa Francisco el pasado 7 de septiembre en el marco de su visita Apostólica a Colombia, como lo constata su firma y una dedicatoria con una oración a la Catedral.

También hay firmas con dedicatorias de los otros dos pontífices que han visitado la nación latinoamericana: San Juan Pablo II y el Beato Pablo VI. Firmas que, como contó el Deán del templo catedralicio, se realizaron con la pluma con la cual el Beato Pío IX firmó la Bula de la Inmaculada Concepción, otro de los tesoros guardados por el templo bogotano.

Con información de la Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones – OAC.

 

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