Redacción (Viernes, 22-12-2017, Gaudium Press) El próximo 24 de diciembre será el 4º domingo de Adviento y también la Vigilia de la Navidad, siendo estas dos celebraciones distintas.
Foto: CNBB
De acuerdo con el Catecismo de la Iglesia Católica, la celebración dominical está en el corazón de la vida de la Iglesia. «El domingo, en que se celebra el misterio pascual, por tradición apostólica, debe guardarse en toda la Iglesia como el primordial día festivo de precepto».
Asimismo, el día de la Navidad de Jesús, 25 de diciembre, está entre aquellos que deben ser guardados, siendo la participación de los fieles obligatoria en el día festivo o en la tarde antecedente.
Sobre ese asunto, el obispo de Livramento de Nuestra Señora, Brasil y presidente de la Comisión Episcopal Pastoral para la Liturgia de la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB), Mons. Armando Bucciol, explica «de manera esencial» lo que los fieles pueden hacer:
Según Mons. Bucciol, cada uno debe hacer lo posible para participar el sábado de noche o el domingo por la mañana de la misa del 4º domingo de Adviento, «para participar también de la misa de la noche de Navidad y/o del día de Navidad, que tiene las dos celebraciones características litúrgicas y espirituales propias. Ese es el ideal que todo cristiano católico es invitado a vivir».
Comprendiendo y viviendo la situación de la mayoría de las comunidades de Brasil, el prelado, que es responsable por una diócesis en el interior de Bahía, reconoce las dificultades presentes en los lugares en los cuales hay solamente una misa y, de costumbre, a la noche. «La misa de la noche del día 24 abre para la celebración de la Navidad del Señor, con la misa de la noche de Navidad. En ese caso, aconsejo a los hermanos y las hermanas para que, si pueden, vivan con fe, en profunda oración el 4º domingo del Adviento, esperando con María, y como María – ella es la protagonista del cuarto domingo de Adviento – esperando la llegada del Señor».
Mons. Armando Bucciol | Foto: A12
El presidente de la Comisión para la Liturgia de la CNBB invita a los fieles para la vivencia en el espíritu litúrgico de Adviento, que abre a la acogida de la Navidad del Señor. Además, recuerda la enseñanza del Papa San Juan Pablo II, para quien la participación semanal en la Eucaristía «‘debe ser una exigencia, más que una obligación’. Se trata de una espiritualidad litúrgica que debe informar y formar la vida toda del cristiano».
«Si es verdad que las dos celebraciones – 4º domingo y Vigilia de Navidad – tiene características propias, lecturas y una liturgia propia, nos piden de participar de ambas. Pero quien no pueda, por motivo de alguna concreta dificultad, yo insisto: viva con fe y alegría el día de domingo con intensidad espiritual y en actitud de orante espera», resalta.
Mons. Armando concluye recordando la antífona de la entrada de la misa de la Noche de Navidad, que dice: «alegrémonos todos en el Señor, hoy nació el Salvador del mundo, descendió del cielo la verdadera paz».
«Que podamos disponernos con intensa espiritualidad para acoger al Salvador del Mundo y su verdadera paz», desea. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la CNBB
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