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Los Ángeles (Viernes, 18-02-2018, Gaudium Press) En su intervención durante el V Encuentro en el Centro Cívico de Pasadena en Los Ángeles, el pasado 27 de enero, Mons. José Horacio Gómez, Arzobispos de la ciudad, dijo que no se puede olvidar que los primeros católicos de los EE.UU. eran latinos.
«Como latinos, estamos llamados a ser los líderes de nuestra Iglesia. No somos recién llegados, ni gente que haya llegado a último momento, ni somos advenedizos. ¡Los primeros católicos de este país fueron latinos de España y de México! ¡Nunca olviden eso, queridos hermanos y hermanas!, dijo el prelado.
Mons. Gómez recordó que el Papa Francisco llegó a los EE.UU. en el 2015 como «el primer Papa de América Latina y como el primer Papa que habla el español como su lengua materna», el arzobispo resaltó que «lo primero que hizo fue canonizar a nuestro primer santo latino: San Junípero Serra, el gran misionero fundador de California y de los Estados Unidos».
Entre los años 1767 y 1784 San Junípero Serra se dedicó a evangelizar a los indígenas, les enseñaba nociones de ganadería, agricultura y albañilería. Él y los misioneros les suministraban semillas y animales y los asesoraban en el trabajo de la tierra.
Según expresó el prelado, quiso Francisco al canonizar a Fray Junípero «despertar nuestros corazones, para despertar nuestros recuerdos y nuestro orgullo. El Papa nos está llamando a recordar quiénes somos y de dónde venimos como latinos».
El arzobispo manifestó también que el reciente V Encuentro «no atañe solo a los latinos», sino que busca «la unión de toda la Iglesia: hombres y mujeres, negros y blancos, latinos, europeos, africanos, asiáticos, de los pueblos de Oceanía, es decir, de toda la hermosa diversidad que conforma la familia de Dios aquí en Los Ángeles y en todo Estados Unidos».
El Arzobispo quiso también reflexionar en ese ambiente sobre el significado de la cruz, particularmente para los que sufren: «Jesús se acerca para estar con nosotros, sin importar en qué punto estemos en el camino de la vida. Podemos estar hundidos en la desesperación o perdidos como el hijo pródigo en el pecado y en una mala vida. Pero Jesús viene a buscarnos».
Con información de Aica
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