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Roma (Lunes, 26-02-2018, Gaudium Press) El Penitenciario Mayor de la Santa Sede y Presidente Internacional de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), Cardenal Mauro Piacenza, pronunció un discurso durante un evento que unió el Coliseo Romano, la Catedral maronita de San Elías en Alepo, Siria y el templo de San Pablo en Mosul, Irak. Ante los muros teñidos de luz roja de la histórica edificación romana, el Cardenal pidió derribar «los muros de muerte» de la persecución en el mundo.
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«Derribemos los muros de la muerte, comenzando por los muros de nuestra indiferencia», expresó el purpurado. «¡No puedo estar serenos si mi hermano sufre!». El Cardenal recordó que el Coliseo Romano es un símbolo universal marcado por la triste historia que representa: «Este fue un lugar de muerte y de asesinatos, tanto por la barbarie de las luchas entre gladiadores como por el martirio de miles de cristianos».
Para el purpurado los muros del Coliseo Romano pueden ser entendidos como muros de vida si se interpretan como la expresión de una cultura que supo superar la barbarie y construir una civilización distinta. También son «muros de vida» a causa del testimonio de un «impresionante número de hombres y de Mártires que ofrecieron la vida a causa de un poder incapaz de ver el bien integral de la persona».
«Por esta razón esta tarde el Coliseo está iluminado por el dolor de la sangre: para dar voz a todos los muros de muerte que todavía hoy, como recuerda el Papa Francisco, hay en el mundo». Ante el sufrimiento de los perseguidos y los vulnerables, el Card. Piacenza recordó las palabras de San Maximiliano María Kolbe: «el drama del siglo XX es la indiferencia». «La indiferencia es también el drama de este nuestro siglo XXI», afirmó el purpurado, quien motivó a los presentes a no ser indiferentes ante el sufrimiento de los demás.
Finalmente, el Cardenal Piacenza invocó a la Santísima Virgen María, «Reina de los mártires y fuente de vida», e imploró que «nos sostenga en la voluntad de derribar los muros de muerte e indiferencia para construir culturas de vida y de paz».
Con información de Vatican Insider.
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