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Sídney (Sábado, 03-03-2018, Gaudium Press) El Arzobispo de Sídney, Australia, Mons. John Fisher, entregó al compositor Richard Connolly la Medalla de Dempsey en reconocimiento por su destacado servicio a la música sacra y la liturgia en el país. El compositor es coautor de 30 himnos característicos del culto divino en Australia compuestos en la década de 1950 y compuso piezas para la visita del Beato Papa Pablo VI al país.
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| El Arzobispo de Sídney, Australia, Mons. John Fisher, junto al compositor Richard Connolly. Foto: Arquidiócesis de Sídney. |
«Además de mi familia, lo mejor que he hecho en mi vida es mi trabajo en esos himnos de Connolly-McAuley», afirmó el Dr. Connolly al informativo de la Arquidiócesis, insistiendo en su respeto a James McAuley, a quien calificó como el mejor del célebre dúo y «el mejor poeta de este país». El compositor se declaró estar muy honrado de recibir este premio y de rendir homenaje a su viejo amigo y colaborador.
«La himnodia de Richard Connolly y James McAuley es parte del tejido vivo del culto católico australiano», explicó el Director de Música de la Catedral de Santa María en Sídney, Thomas Wilson. «Richard Connolly posee un don único para la melodía y una extraordinaria empatía por el estilo y los objetivos de la liturgia católica. Su música permanece fresca, a la vez que está arraigada e inspirada por la gran tradición de la música litúrgica católica».
El premiado compositor destacó la importancia de la música sacra para la vida de la Iglesia. «El papel de la música en la liturgia sagrada es esencial», explicó. «Desde tiempos paganos, incluso antes del judaísmo y el cristianismo, siempre ha habido una canción en adoración de los dioses o de Dios. Y es esencial que le demos a Dios la mejor música posible».
El Dr. Connolly criticó los estilos de los himnos religiosos actuales y expresó su nostalgia por el trabajo musical de sus contemporáneos. «Los himnos son oraciones de alabanza y petición, son expresiones de adoración de nosotros a Dios», expuso. «Pero los estadounidenses descubrieron que era mucho más fácil simplemente tomar citas de Jesús en el Nuevo Testamento, y terminamos cantando las palabras de Dios acerca de nosotros mismos».
Información de Arquidiócesis de Sídney.
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