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Turín (Viernes, 08-06-2018, Gaudium Press) La cuenta regresiva ha terminado, y los salesianos celebrarán en grande el 150º aniversario de la Consagración de la Basílica de María Auxiliadora en Turín, evento que tendrá lugar el próximo sábado 9 de junio.
El momento culminante de las celebraciones, que iniciaron desde finales de 2017, será la solemne celebración eucarística que presidirá Mons. Renato Boccardo, Arzobispo de Spoleto-Norcia y Presidente de la Conferencia Episcopal de Umbría, a las 10:00 horas. Misa que podrá seguirse en vivo desde la Basílica en Turín a través de la web www.missionidonbosco.org.
En la ocasión estará presente Don Stefano Martoglio, primer consejero del Rector Mayor de los Salesianos para la región Mediterránea, quien asistirá en representación del Padre Ángel Fernández Artime, 10º sucesor de San Juan Bosco.
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| Los trabajos de la Basílica iniciaron durante el verano del año 1863 con tan solo 4 mil liras. Cada ladrillo fue un milagro / Foto: missionidonbosco.org. |
Durante la conmemoración del 150º aniversario, se donará a la Basílica un candelabro que se colocará en el presbiterio. La lámpara, obra del escultor Ettore Marinelli, fue encargada a la ‘Pontificia Fonderia di Campane Marinelli’ por unos empresarios, como signo de agradecimiento al Señor y a Nuestra Señora.
La construcción de la Basílica de María Auxiliadora está llena del amor maternal de la Virgen. Su edificación fue una solicitud expresa por la propia Madre de Dios, realizada a través de un sueño que tuvo el joven Don Bosco en el año 1844. En él María le explica cómo debía realizarse el templo y cada una de sus partes, y también el lugar exacto donde se debía construir: lugar santificado por los mártires de Turín.
«Recurrí de nuevo a la amable Señora y Ella me mostró otra iglesia bastante más grande y con una casa al lado. Me llevó un poco más allá hasta un terreno cultivado (…) y añadió: ‘En este lugar, donde los gloriosos mártires de Turín, Adventor y Octavio, sufrieron su martirio, sobre esa tierra bañada y santificada con su sangre, quiero que Dios sea honrado de modo especialísimo’. Y, así diciendo, adelantó un pie hasta ponerlo en el punto exacto donde tuvo lugar el martirio y me lo indicó con precisión», es la narración que hizo sobre el sueño el fundador de la Congregación Salesiana.
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| La Basílica de María Auxiliadora es un importante patrimonio espiritual para la Familia Salesiana / Foto: Sonia Trujillo. |
Como no había recursos para edificar tan monumental obra, San Juan Bosco estaba convencido que era la propia Virgen quien construiría la Basílica. «Es Nuestra Señora quien quiere la Iglesia; pensará pagar», decía el santo italiano. En efecto así sucedió: cada ladrillo del templo fue un milagro.
Los trabajos iniciaron durante el verano del año 1863 con tan solo 4 mil liras, que fueron invertidas en las piedras fundamentales, y gracias a la generosidad de benefactores, el 9 de junio de 1848 tuvo lugar la solemne consagración del templo.
Don Bosco no atribuyó para sí nada de la edificación: «No soy el autor de las grandes cosas que ves: es el Señor, y María Santísima, quien se dignó a servirse de un pobre cura para completar tal obra. Dios mío no he hecho nada. Es María que quien construyó su casa. Cada piedra, cada ornamento señala una gracia».
Para la Familia Salesiana la Basílica de María Auxiliadora es testimonio de la intervención maternal de María, y es un importante patrimonio espiritual legado por su fundador.
De la redacción de Gaudium Press, con información de ANS y missionidonbosco.org.
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