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Ciudad del Vaticano (Jueves, 14-06-2018, Gaudium Press) La Embajadora de Estados Unidos ante la Santa Sede, Callista L. Gingrich, sostuvo una reunión con el Bibliotecario y Archivista Vaticano, Mons. Jean-Louis Bruguès y el Prefecto de la Biblioteca Vaticana, Mons. Cesare Pasini, para efectuar la devolución de una antigua copia de una carta escrita por Cristóbal Colón que había sido hurtada de la Biblioteca Vaticana en una fecha desconocida. Además de la diplomática, representantes del Departamento Estadounidense de Seguridad Interior (DHS) y de Investigaciones de Seguridad Interna (HSI), se hicieron presentes para retornar el documento a sus legítimos dueños.
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| Entrega del documento hurtado a la Biblioteca Vaticana. Foto: Embajada de Estados Unidos ante la Santa Sede. |
La carta corresponde a una de las pocas copias conservadas en Europa de una misiva del navegante escrita en 1493 en la cual narra el descubrimiento de América a los reyes católicos Fernando e Isabel. La Biblioteca Vaticana conserva una de esas copias desde 1921 como parte de una colección de libros raros y manuscritos valiosos. Sin embargo, en 2011 las autoridades estadounidenses recibieron el reporte sobre la posibilidad de que la carta conservada por el Vaticano fuera en realidad una falsificación, por lo cual se dio aviso a la Santa Sede de un posible robo y se inició una investigación para examinar el documento.
Si bien no se pudo determinar el momento exacto en el que el hurto se produjo, sí se consiguió determinar la ubicación actual del documento original, el cual fue adquirido en 2004 sin el conocimiento de que se trataba de una pieza robada. La Sra. Mary Parsons, viuda de Robert Parsons, quien adquirió el documento, aceptó renunciar a los derechos sobre la carta robada una vez que se comprobó que había sido obtenida ilegalmente.
La carta restituida a la Santa Sede es la tercera de su clase en ser descubierta por el Departamento de Investigaciones. Los otros dos documentos identificados como hurtados fueron devueltos a la Biblioteca Riccardiana de Florencia, Italia, y a la Biblioteca de Cataluña en Barcelona, España.
Con información de Zenit
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