Birmingham (Sábado, 07-07-2018, Gaudium Press) La Diócesis de Birmingham, Estados Unidos, celebra desde el miércoles 16 de mayo un Año de San José, definido como «un tiempo lleno de gracia para que reflexionemos sobre quién es él y cómo nos ayuda ahora, no solo por su santo ejemplo, sino también por su poderosa oración y protección».
«Veneramos a San José como Patrono y Protector de la Iglesia Universal. Este papel celestial especial fluye de su vida en la tierra, donde veló por la Sagrada Familia con gran amor y diligencia y defendió a Jesús y a Nuestra Señora de todo daño», expuso el Obispo de Birmingham, Mons. Robert Parker. «Ahora, desde el cielo, él ora constantemente por la Iglesia: que sus miembros crezcan en unidad, en santidad, en catolicidad y en apostolicidad».
Cada una de estas peticiones fueron explicadas por el prelado, quien recordó que al interior de la Iglesia se vive una dosis considerable de división. «Tal división no es la voluntad de Dios, y le pedimos a San José que nos ayude a superar todo lo que nos separa el uno del otro», afirmó el Obispo, quien indicó que la unidad viene de la caridad y siempre está referida a Dios. «Si no estamos bien con Dios, ¡no podemos estar bien con los demás! Dicho esto, dentro de la unidad también hay diversidad, por lo que le pedimos a San José que obtengamos la gracia de reconocer y aceptar todas las variaciones legítimas dentro de la rica vida de la Iglesia».
La segunda petición es la de la santidad, vocación universal para todos los creyentes. «San José alcanzó un nivel heroico de santidad porque, en el silencio de su vida diaria, pudo escuchar el llamado de Dios y responder», recordó Mons. Parker. «Esto significa que José alcanzó gran santidad no al hacer actos extraordinarios, sino al hacer muy bien las acciones ordinarias, con la ayuda de la gracia de Dios y de acuerdo con su voluntad. Le pedimos a San José que nos inspire a caminar audazmente por el camino de la santidad viviendo cada día en la presencia de Dios y esforzándonos por hacer todas las cosas, por ordinarias o incluso tediosas que sean, bien y con amor».
De manera similar, el prelado invocó al Santo Patriarca para obtener la gracia de la catolicidad, que permite enriquecer la Iglesia con los aportes de las diferentes culturas, carismas y ritos aceptados dentro de la Iglesia. «Le pedimos a San José que nos ayude a aceptar todo lo que la Iglesia acepta, y así ser verdadera y plenamente católicos».
«Finalmente, pedimos la ayuda de San José con nuestra apostolicidad. Un apóstol es uno que es enviado. Cada uno de nosotros, en virtud de su bautismo y fortalecidos por el don del Espíritu Santo a través de la confirmación, es enviado al mundo para dar testimonio de su fe católica y cristiana», explicó el Obispo. » San José nos muestra en los Evangelios lo que significa salir en fe, responder al llamado de Dios con confianza. Le pedimos que interceda por nosotros para que podamos vivir con más confianza y valentía nuestra fe católica y así llevar a más personas a la unidad, la santidad y la catolicidad de la Iglesia de Cristo».
El prelado concluyó afirmando que el Año de San José es el último de su apostolado antes de presentar su renuncia obligatoria a los 75 años de edad, tras la cual queda en manos del Pontífice su aceptación y eventual sucesión. «Por lo tanto, por favor oren también a San José por mí, que él me ayude a terminar bien mi servicio como su Obispo, y que ayude al Santo Padre a elegir un buen sucesor en el momento correcto», indicó. El prelado anunció la concesión de una indulgencia plenaria para las fiestas solemnes en honor de San José y recomendó a los fieles aprovechar este año para orar por las vocaciones sacerdotales y religiosas.
Con información de Diócesis de Birmingham.
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