Madrid (Viernes, 27-07-2018, Gaudium Press) Todos los años, el 27 de julio, la Iglesia celebra la memoria de San Pantaleón, médico mártir, quien murió decapitado en el año 305 por profesar su fe.
Su festividad se vive de manera especial en el Real Monasterio de la Encarnación de Madrid, que cada año abre sus puertas para la veneración de una de las reliquias del santo; una ampolla de sangre que esconde tras de sí un misterio: todos los años, durante la festividad de San Pantaleón se torna líquida; un fenómeno inexplicable que recuerda a otro similar: la licuefacción de la reliquia de sangre de San Genaro en Nápoles (Ver nota: Milagro de la sangre de San Genaro se repite en Nápoles, Italia).
De acuerdo con el capellán del monasterio, el Padre Joaquín Martín Abad, quien es citado por Religión Digital, «hay constancia fehaciente de que todos los años sucede el mismo fenómeno».
El fenómeno de la licufaccion de la sangre de San Pantaleón, ocurre todos los años en la solemnidad del mártir / Foto: Facebook-Museo de la Catedral de la Almudena. |
Señala que entre los años 1724 y 1730 se realizaron varias observaciones, y se tomaron los testimonios de 13 testigos, la mayoría médicos y doctores en Teología, que abalaban tal fenómeno. De acuerdo con el capellán, los testigos declararon y firmaron ante un juez «que dicha reliquia es la misma que han admirado y visto líquida y suelta el día del glorioso mártir (…), y pasada su festividad, también la han visto dura y condensada».
«Unánimes y conformes confesaron todos quera era claro prodigio y maravilla del Altísimo la liquidación y condensación de la sangre del glorioso mártir».
Otra ampolla con la sangre de San Pantaleón se conserva en Ravello, Italia, ocurriendo con ella el mismo suceso.
«Unos dos meses antes el contenido de una y otra ampolla va cambiando de color, de más opaco se va haciendo más transparente y rojiza; al principio disminuye el volumen, como se si contrajera, y después aumenta el volumen cuando paulatinamente va a pasar al estado líquido (…) El día 27 es cuando mayor grado de liquidez muestra; después de la fiesta, otra vez, también poco a poco y progresivamente pasa al estado sólido: disminuyendo de volumen, perdiendo la transparencia y volviendo recobrar el color más oscuro en el que permanece el resto del año», señala el capellán del Monasterio de la Encarnación.
Los fieles madrileños, desde las 17:00 horas del jueves 26 de julio se han podido acercar al Monasterio para venerar la reliquia y presenciar el milagro de la licuefacción. Allí, a las 19:00 y a las 20:30, se celebraron Eucaristías en la víspera de la solemnidad de San Pantaleón.
El día 27, comenzaron los homenajes al santo mártir a las 8:00 con la apertura del templo y la celebración de una misa. Otras eucaristías han tenido lugar a las 10:00, 12:00, 19:00 y 20:30 horas.
En la ocasión, los fieles también han tenido la oportunidad de besar la reliquia de un hueso del santo, que custodia el Monasterio.
San Pantaleón, nació en Nicomedia, la actual Turquía, en el siglo III, siendo hijo de Eubula, hombre pagano, y una cristiana. Era médico, discípulo de Euphorisino, muy conocido en el imperio. Su labor la ejerció con el emperador romano Galerio Maximiano.
Cegado por el paganismo, un día conoce a Hermolaos, un buen cristiano, quien le abre los ojos y le incita a conocer la curación que proviene de lo Alto, entregando su labor médica al servicio de Jesús y a la evangelización.
Con la persecución de los cristianos en Nikomedia, es delatado por otros médicos, siendo arrestado y luego decapitado. Pantaleón entrega su vida en defensa de la fe.
Con información de Archidiócesis de Madrid, Religión Digital y Catholic.net.
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