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Nápoles (Viernes, 23-09-2016, Gaudium Press) El milagro de la licuefacción de la sangre de San Genaro, que se repite cada año en nápoles, Italia, en la memoria litúrgica del Santo, se produjo nuevamente el día 19 de septiembre. El hecho fue constatado por el Cardenal Crescenzio Sepe, Arzobispo de Nápoles, quien visitó la Capilla del Tesoro de la Catedral y extrajo de la caja fuerte la reliquia de la sangre y anunció a los fieles la repetición del portento.
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| El milagro se repite anualmente y los fieles temen que de no producirse se produzca una gran tragedia en la ciudad. Foto: Paola Magni. |
«Es con gran alegría y emoción sentida que les anunció que este año, el día de la fiesta litúrgica de nuestro Patrono, el Obispo mártir Genaro, el Señor mostró su benevolencia hacia nosotros permitiendo la disolución de la sangre contenida en este relicario» . El purpurado reportó que l a sangre ya se había dividido para el momento en que se abrió la caja fuerte en la presencia del Alcalde y de los miembros de la Diputación. «¡Al Dios de la vida y el Señor de la historia todo honor y gloria, ahora y siempre, porque nos ha bendecido con su amor misericordioso!».
El Cardenal agradeció la protección especial del Santo a la ciudad, donde, destacó, » el arte y la fe, la cultura y la espiritualidad se han reunido una alianza formidable, que unen a la oración y la comunión». El milagro de la sangre de San Genaro es signo de la permanencia de la compañía de Cristo junto a los creyentes, explicó, al tiempo que animó a los fieles a ejercer la misericordia en medio de un tiempo de crisis desde una Iglesia «fortalecida por la fe en Cristo el Señor y siguiendo el ejemplo de caridad de su querido protector, San Genaro».
Los relicarios con la sangre de San Genaro fueron expuestos a la veneración de los fieles durante la tarde del día 19 y permanecen disponibles para el culto en la Catedral durante la Octava de Acción de Gracias. Muchos habitantes de Nápoles siguen con atención la repetición del milagro con la creencia de que, de no producirse, sería advertencia de un desastre. En 1980 no se repitió el portento y se registró un terremoto que causó la muerte a más de 2500 personas. En 1902 y 1989 se han conducido experimentos que han determinado que las características de las reliquias concuerdan con las de la sangre humana. Las pruebas refutaron las acusaciones de fraude que se habían levantado en contra de la Iglesia local.
Con información de Catholic Culture y Arquidiócesis de Nápoles.
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