Redacción (Lunes, 08-10-2018, Gaudium Press) La historia de santidad de Faustina Kowalska, conocida como «Apóstol de la Misericordia» -porque a ella se debe la propagación en el mundo de la devoción a la Divina Misericordia-, tiene un episodio poco conocido que está ligado a otra gran santa: Teresita de Lisieux, Santa Teresita del Niño Jesús.
Santa Faustina Kowalska, quien era devota de la religiosa carmelita, cuenta en su diario cómo, en un momento de dificultad, decide orar a Teresita y cómo se sueña con ella:
«Deseo anotar un sueño que tuve sobre Santa Teresa del Niño Jesús. Era todavía novicia y tenía ciertas dificultades que no lograba resolver. Eran dificultades interiores relacionadas con las dificultades exteriores. Hice muchas novenas a varios santos, sin embargo la situación se hacía cada vez más pesada. Mis sufrimientos debido a esto eran tan grandes que ya no sabía cómo seguir viviendo; pero de repente me vino la idea de rogar a Santa Teresita del Niño Jesús. Empecé la novena a esta Santa, porque antes de entrar -en el Convento- le tenía gran devoción. Ahora la había descuidado un poco, pero en esta necesidad, empecé a rogar nuevamente con todo el fervor».
«Serás tan santa como yo», le dijo Santa Teresita a Sor Faustina / Foto: FB Saint Thérèse of Lisieux. |
Cuenta que al quinto día de iniciar la novena se soñó con Teresita, pero como si ella estuviera todavía en la tierra: «Me encubrió a mí el conocimiento de que era santa y comenzó a consolarme, que no me entristeciera por ese asunto, sino que confiara más en Dios», dice Santa Faustina.
Señala que entre ella y Santa Teresa de Lisieux se entabló una conversación: «Me dijo: ‘Yo también sufrí muchísimo’. Pero yo no estaba muy convencida de que ella hubiera sufrido mucho y le dije que me parecía que: ‘Tu no sufriste nada’. Pero Santa Teresa contestó, asegurándome que había sufrido mucho y me dijo: ‘Sepa hermana, que dentro de tres días usted resolverá este asunto de la mejor manera’. Como yo no estaba muy dispuesta a creerle, ella se me dio a conocer como santa. Entonces la alegría llenó mi alma y le dije: ‘Tú eres santa’. Y ella me contestó: ‘Sí, soy santa y ten confianza en que resolverás este asunto dentro de tres días'».
Sor Faustina relata que durante el sueño también le preguntó a Teresa si ella estaría en el Cielo, si llegaría a ser santa: «Le dije: ‘Santa Teresita, dime si estaré en el cielo’. Me contestó: ‘Estarás en el cielo, hermana’. ‘¿Y seré santa?’ me contestó: ‘Serás tan santa como yo, pero tienes que confiar en el Señor Jesús'».
En el sueño Santa Teresita también le aseguró a Faustina que sus padres igualmente estarían en el cielo, y que debía rogar mucho por sus hermanos y hermanas.
Santa Faustina culmina la narración de este suceso, señalando: «Fue un sueño, y según dice el proverbio: el sueño es una ilusión, mientras Dios es certeza, pero tal como me había dicho, al tercer día resolví ese difícil problema con gran facilidad. Según me había dicho, se cumplió en todos los detalles lo referente al asunto. Fue un sueño, pero tuvo su significado».
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Con información de Diario «La Divina Misericordia en mi alma» de Santa María Faustina Kowalska.
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