Redacción (Miércoles, 07-11-2018, Gaudium Press) ¿Qué relación existe entre la Sábana Santa de Turín y los milagros Eucarísticos? Para el doctor Franco Serafino, cardiólogo italiano y autor del libro «Un cardiolgo visita Gesú. I miracoli eucristici a la prova della scienza» -que traduce «Un cardiólogo visita a Jesús. Los milagros eucarísticos a la prueba de la ciencia»-, existen varios aspectos en común que relacionan tanto a los milagros Eucarísticos, desde el medioevo, con la Síndone y otras telas relacionadas con Jesucristo.
El médico y autor -quien también ofrece su testimonio en el documental «Signos», producido por el Dicasterio de la Comunicación de la Santa Sede y presentado a finales de octubre en la Filmoteca Vaticana-, en entrevista con Aleteia dice que hay varios elementos científicos que hablan de esta analogía.
«En los estudios médico legales existe una relación interesante que es la relación que se puede encontrar entre los milagros eucarísticos y la Síndone de Turín, y, en realidad, en otras telas de la Pasión acreditadas. Pienso, por ejemplo, en la túnica de Agentuil, el Sudario de Oviedo. Son otras telas que tienen también una tradición fuerte, pero poco conocidas en Italia», señala el cardiólogo.
Evidencias científicas hablan de un mismo tipo de sangre, AB, de la Sábana Santa y milagros Eucarísticos – la imagen derecha muestra el Milagro de Lanciano, la izquierda, la Síndone / Fotos: Alain Patrick y Sonia Trujillo. |
Para el médico existen dos aspectos en común, «que son muy interesantes y fuertes»: el grupo sanguíneo, que es el mismo, y el sufrimiento.
Sobre el primero, Serafino afirma: «cada vez que ocurren los milagros Eucarísticos se busca el grupo sanguíneo, este pertenece al AB. Y es el mismo grupo que ha sido encontrado en la Sábana Santa y en otras telas de la Pasión».
Este hecho llama la atención, como reflexiona el médico: «Es interesante porque aunque, sino quisiéramos creer en la autenticidad del milagro Eucarístico de Lanciano o de la Síndone de Turín, y los consideráramos hechos falsos medievales -ciertamente el grupo sanguíneo no fue descubierto entre el 1900-1901-, ¿Cómo podía el falsificador en el medioevo adivinar el mismo grupo sanguíneo una, dos o tres, cuatro, cinco veces consecutivamente en épocas de diferentes siglos?».
Por eso, para Serafino, este elemento común «da mucha autoridad recíproca a la Sábana Santa y a los milagros Eucarísticos».
Sobre el segundo aspecto, el sufrimiento, el cardiólogo refiere: «La Síndone nos muestra los signos evidentes del sufrimiento, de la flagelación, de la crucifixión, la herida del costado. Aquí tenemos el lenguaje el Evangelio de la Pasión, que los cristianos conocemos bien. Pero también los milagros Eucarísticos nos hablan con un lenguaje similar, con técnicas, métodos diferentes, que nos muestran la sangre y el tejido muscular miocárdico, que hablan del sufrimiento de un paciente que padeció traumas, que, por ejemplo, estaría recuperado en la cama en reanimación o en terapia intensiva».
A lo que añade: «En el primer o segundo día de ese cuadro clínico, es interesante notar, desde el punto de vista científico, no solo vemos el sufrimiento del tejido, sino también desde hace cuántas horas, desde hace cuántos días se ha presentado este sufrimiento. Y este dato es sorprendentemente coincidente con lo que se cuenta en el Evangelio de la Pasión, y la imagen de la Síndone de Turín».
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Con información de Aleteia.
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