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Baltimore (Martes, 13-11-2018, Gaudium Press) El Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), Cardenal Daniel DiNardo, explicó en la primera rueda de prensa con motivo de la Asamblea Plenaria de Otoño de los obispos estadounidenses que la votación sobre las reformas para la prevención de abuso por parte de miembros de la Iglesia será pospuesta debido a una directiva proveniente de la Congregación para los Obispos. En el documentó se solicitó a los prelados no votar en espera de la celebración de una reunión global sobre esta materia en Roma, programada para el mes de febrero de 2019.
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| Cardenal Daniel DiNardo, Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. Foto: Arquidióceiss de Boston. |
«No ha disminuido en nosotros nuestra resolución para tomar acciones. Vamos a trabajar intensamente sobre estos elementos de acción», explicó el purpurado lamentando la decisión, según informó CNS. «No podemos votarlos totalmente, pero sí clarificarlos, hacer sean más intensamente apropiados canónicamente, de manera que Roma vea esto. Vamos a continuar empujando y moviéndonos hasta que lleguemos a un punto en el cual se conviertan en acción».
Según explicó el Cardenal a los periodistas, la carta recibida de la Congregación vaticana citaba dos razones para posponer la votación al interior de la Iglesia de Estados Unidos. La primera es la voluntad de la Congregación de que los Obispos esperen a la celebración del encuentro de Presidentes de Conferencias de Obispos de todo el mundo, congregados por el Papa Francisco para los días 21 al 24 de febrero con el fin de tratar la crisis de abusos. El segundo motivo es la necesidad de reportar a la Santa Sede con mayor precisión la compatibilidad de las propuestas que iban a ser votadas con la ley canónica de la Iglesia. Entre las propuestas se encontraba un código de conducta para Obispos y la creación de una comisión de investigación de denuncias sobre transgresiones a dicho código.
El Cardinal DiNardo recordó que la velocidad a la cual se actúa en la Iglesia Universal no significa un obstáculo a largo plazo para la implementación de las propuestas. «En nuestra fe católica algunas veces toma un poco más de tiempo que lo que nos gustaría. Pero el efecto de red, debido a que somos una Iglesia universal, es que cuando usted logra que las cosas sean hechas, están realmente bien», explicó el purpurado.
«Yo espero que lo que estamos haciendo ahora, lo que sea, con algunas piedras en el camino, eventualmente va a funcionar». El Cardenal citó el ejemplo de la Carta para la Protección de Niños y Jóvenes, desarrollada por la Iglesia de Estados Unidos y enviada al Vaticano para revisión en 2002, que, a pesar de haber encontrado algunos obstáculos similares, «hoy en día es universal alrededor del mundo».
Con información de Catholic News Service.
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