Brujas (Martes, 18-12-2018, Gaudium Press) Un sacerdote católico de Brujas, Bélgica, el P. Alexander Stroobandt, fue condenado el pasado lunes 17 diciembre por el Tribunal Penal de Brujas bajo el cargo de negligencia culpable por no haber llamado a los servicios de emergencia cuando un amigo personal presuntamente le confesó en medio del Sacramento de la Penitencia que tenía intenciones de suicidarse. El sacerdote había argumentado que no podía levantar el secreto de Confesión y se negó a revelar lo que el fallecido le comunicó en sus últimas confesiones.
El Secreto de Confesión vuelve a estar bajo amenaza de supresión por parte de autoridades judiciales. |
«Decir que mi Secreto Confesional no es importante es lo mismo que decir que la independencia de la Corte no importa», afirmó el P. Stroobandt en una entrevista a medios locales. «La declaración no sólo será importante para mí, sino para todos los sacerdotes». El sacerdote apelará la condena para defender el argumento de que el secreto de Confesión es inviolable.
La denuncia que motivó la condena fue hecha por la esposa del suicida, quien tuvo conocimiento del contacto del sacerdote con su esposo e interpuso una demanda después de su muerte, basada en su perspectiva de que cualquier persona sin excepción tenía que haber acudido a las autoridades en una situación de emergencia por suicidio. El sacerdote fue condenado a un mes de prisión suspendida y se le ordenó pagar una multa simbólica en euros por los daños atribuidos.
Según las propias declaraciones de la viuda, la demanda se instauró no con el objetivo de obtener una reparación económica sino con la intención de imponer una restricción al secreto de Confesión. «No nos importaba el dinero. Queríamos evitar que esto se repitiera con otras personas», indicó el abogado de la demandante, Patrick-Bernard Martens. El argumento de la demanda es que el suicida habló con el sacerdote durante los últimos 40 minutos de su vida, por lo que tuvo que tener conocimiento de su decisión de quitarse la vida.
«Queremos que el Tribunal de Apelación de Gante revise el archivo nuevamente», anunció el abogado del sacerdote, Jan Leysen, quien explicó que el suicida tenía derecho a confiar su intención de quitarse la vida al sacerdote, quien no puede revelar el contenido de la comunicación sacramental. «Su secreto de Confesión es sagrado para él. Si lo hubiera roto, sería excluido por la Iglesia». Los sacerdotes católicos no sólo no pueden revelar los pecados de los penitentes bajo pena de excomunión, sino que tampoco pueden hacer uso indirecto de la información que poseen gracias a las confesiones.
Con información de Aleteia y HLN.
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