Arquidiócesis de México se consagra al Sagrado Corazón de Jesús

La celebración, que tuvo lugar en la Basílica de Guadalupe en la capital mexicana, tuvo como objetivo pedir perdón a Dios por las ofensas cometidas contra su Santo Nombre.

Redacción (29/05/2024, Gaudium Press) El pasado domingo 26 de mayo, la Arquidiócesis Primada de México fue consagrada al Sagrado Corazón de Jesús en ceremonia presidida por el Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, y contando con la presencia de miembros del Capítulo de la Basílica de Guadalupe.

Motivo del acto de consagración

La celebración, que se llevó a cabo en la Basílica mariana, ubicada en la Ciudad de México, tuvo como objetivo, por intercesión de la Virgen de Guadalupe, San José y San Miguel Arcángel, pedir perdón a Dios por las ofensas cometidas contra su Santo Nombre.

Según el cardenal Aguiar, esta consagración se realizó debido a los tiempos complicados que se viven en el país y en el mundo. Explicó que a lo largo de la historia, en momentos especialmente difíciles, la Iglesia ha recurrido a la ayuda divina a través de actos de consagración al Sagrado Corazón de Jesús.

Intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe

Al finalizar la celebración, el cardenal se dirigió a la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe y, por su intercesión, pidió perdón a Dios por “todas las transgresiones, violaciones y ofensas que se cometieron contra su Santo Nombre, sus mandamientos, nuestra Fe”.

Además, expresó su dolor por las injusticias cometidas contra la dignidad de las personas. “Presentamos nuestro acto de consagración a favor de nuestra Arquidiócesis y de nuestro país, confiando en tu bendición y tu providencia, pidiendo que nos mantengas siempre bajo tu mirada amorosa”, concluyó el Cardenal Aguiar.

Bendición imagen de San Miguel Arcángel

Antes de la Santa Misa de consagración de la Arquidiócesis Primada de México, el Cardenal Aguiar bendijo una imagen de San Miguel instalada en la Villa de Guadalupe. Ante la imagen del Arcángel, el Cardenal pidió ayuda en la lucha contra satanás y protección contra “todos los demás espíritus inmundos que infestan el mundo para daño del género humano y perdición de las almas”. (EPC)