domingo, 28 de abril de 2024
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Arzobispo de Sídney: propuestas contrarias a la tradición en el sínodo no vienen del Espíritu Santo

Cristo nos ha dado todo lo que necesitamos para nuestra salvación, ya revelado”, dijo Mons. Fisher.

ArchbishopFisher

Foto: Arquidiócesis de Sydney

Redacción (24/10/2023, Gaudium Press) ¿Todo lo que va a salir del sínodo es “conversaciones en el Espíritu” y emanaciones del Espíritu? La expresión entre comillas en algunas bocas adquiere el carácter de talismán, que al tocarlo genera oro o maravillas.

Entre tanto, para el Arzobispo de Sídney, el dominico Mons. Anthony Fisher, a la par del Espíritu pueden actuar en los hombres, también en los del sínodo, otros espíritus.

El Espíritu Santo es el Espíritu de Cristo -ha dicho el Arzobispo dominico. Él es el Espíritu del Padre y del Hijo y, por lo tanto, sólo dirá cosas que sean consistentes con lo que Cristo nos ha revelado en la tradición apostólica”, expresó en entrevista con Courtney Mares, para CNA. Por esto, propuestas contrarias a la tradición apostólica, que por lo visto en la mente del prelado las puede haber, “no provienen del Espíritu Santo”. Advierte igualmente de “no atribuir al Espíritu Santo todo lo que sucede en el Sínodo o en cualquier otro lugar de nuestra vida. Creo que es realmente supersticioso hacer eso”, dice el arzobispo.

Es claro que esa inclinación a considerarse portavoz permanente del Paráclito no es exclusiva del Sínodo:

A los católicos les gusta pensar que el Espíritu Santo elige al Papa, el Espíritu Santo elige a nuestros obispos y sacerdotes por nosotros, el Espíritu Santo hace esto y aquello”, continúa Mons. Fisher. “Y no hay duda de que la mano de Dios, la providencia de Dios, está presente en todas aquellas cosas importantes de nuestra vida y de la vida de la Iglesia. Pero también hemos tenido Papas terribles en la historia. Hemos tenido sacerdotes y obispos horribles y han sucedido cosas horribles en la vida de las personas. ¿Y estuvo ausente el Espíritu Santo? No, pero él permitió que sucedieran estas cosas”.

Precisamente a propósito del cónclave, un tal Joseph Ratzinger afirmaba: “… el papel del Espíritu debe entenderse en un sentido mucho más elástico, no como el que dicta el candidato por el que hay que votar. Probablemente la única seguridad que ofrece es que la cosa no puede arruinarse por completo. Hay demasiados ejemplos de Papas que evidentemente el Espíritu Santo no habría elegido”.

Es claro que no se ha dicho abiertamente que las “conversaciones en el Espíritu” del sínodo sean algo así como casi una nueva fuente de revelación. Pero en ciertos ambientes casi que se insinúa.

Sin embargo, “atribuir al Espíritu Santo todo lo que ocurre en el sínodo” sería “supersticioso”, algo más en la línea de dibujar las mesas redondas sinodales con trazos de sesión de espiritismo.

Por lo demás, recuerda el Arzobispo Fisher, “Cristo nos ha dado todo lo que necesitamos para nuestra salvación, ya revelado. Lo transmitimos de generación en generación, el Evangelio y las enseñanzas de la Iglesia”. Y añadió:

“Ya tenemos un cuerpo completo de enseñanzas, de reflexiones, de miles y miles de personas a lo largo de las generaciones, guiadas por el Espíritu Santo en todo tipo de preguntas, que están ahí para ayudarnos. El depósito de la fe, como lo llamamos, está ahí para ser explorado. Así que no estamos abandonados a nuestras propias ideas, a nuestro propio pensamiento, sea cual sea el estado de ánimo en la asamblea sobre un asunto en particular. En realidad, tenemos algo sólido en lo que apoyarnos y con lo que poner a prueba los estados de ánimo y las intuiciones”.

No se tiene una noción global de las opiniones

El Arzobispo australiano también contó que en relación a temas como la ordenación de mujeres hubo una “larga discusión”, y que “hay mucha tensión y emoción en torno a un tema como ese”.

Asimismo expresó que no es fácil saber que es lo que siente la Asamblea en su conjunto sobre ese asunto, pues las personas escuchan un informe de cada una de las 35 mesas en la sala, pero “no sabes si ese informe está diciendo lo que una persona dijo o lo que dijeron todas las 12 personas de esa mesa”.

“Así que no sabes si es el entusiasmo de una o dos personas en cada mesa o un entusiasmo que realmente es compartido por casi toda la sala”, afirmó.

No dejó de apuntar Mons. Fisher el carácter “híbrido” del actual sínodo, diferente de los anteriores, pues “es tanto un Sínodo de Obispos como una reunión eclesial, todo en uno. Y plantea preguntas. Entonces, ¿cuál es su naturaleza eclesial? ¿Cuál es su autoridad?… ¿Está tratando de ser como la reunión de los apóstoles? ¿O está tratando de ser la reunión de todos los bautizados? Creo que probablemente necesitamos pensar mucho más en lo que todo eso significa eclesiológicamente, canónicamente y en la práctica”.

Con información de La Nuova Bussola Quotidiana y CNA

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