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Mons. Cesare Nosiglia ha escrito una carta a las personas en dificultad y a los voluntarios que en este tiempo ofrecen su servicio a los más necesitados.
En la misiva, el prelado, ofrece razones de esperanza para ir retomando la vida en este periodo paulatino de desconfinamiento / Imagen: captura de pantalla.
Turín (05/06/2020 13:16, Gaudium Press) Passi di Speranza, que traduce al español “Pasos de Esperanza”, es el título de la carta pastoral que el Arzobispo de Turín y Obispo de Susa, Italia, Mons. Cesare Nosiglia, ha dirigido a las personas en dificultad –pobres, inmigrantes, sin techo y familias–, y los voluntarios que en este tiempo de pandemia han ofrecido su servicio a los más necesitados.
En la misiva, el prelado, ofrece razones de esperanza para ir retomando la vida en este periodo paulatino de desconfinamiento que se ha iniciado en el país europeo.
Dios ha estado cercano
Refiriéndose a la difícil situación que ha enfrentado Italia ante el virus –que les ha tomado de sorpresa, y ha dejado consecuencias, especialmente la crisis económica–, el Arzobispo señala:
“Hemos entendido que en el camino de cada día no estamos solos, que nada pasa porque sí, que hay una mano que nos acompaña (…) Es la presencia de Jesús, verdadera, viva, calurosa, fraterna”.
“En estos días de miedo Él se hace cercano a cada uno de nosotros sirviéndose de tantas personas que no han tenido miedo del contagio, de la fatiga (…) y se han puesto en el camino cerca a cada persona que se sentía más frágil y menos protegida”, prosigue.
Una mirada hacia el futuro
Así, la carta pastoral –como ha afirmado Mons. Nosiglia–, pretende ser una mirada hacia el futuro, en la que el prelado desea hacerse vecino, próximo, a cada uno, “no siendo ahora posible encontrarnos de manera amplia, pero el corazón no debe tener límites y puede estar cerca a uno y otro”.
Dice que Jesús, manifestándose cercano, también “invita a no perder el valor retomando el camino donde se dejó. El camino será un poco cuesta arriba, pero está ahora a nuestro alcance para seguirlo. Buscaremos remover las piedras que pueden hacernos tropezar, o al menos intentarlo”, asegura.
Palabras de aliento son las que ofrece el prelado a diferentes grupos de personas: a los extranjeros, a los presos, a los marginados, a las familias y también a quienes han permanecido en casa durante el periodo de confinamiento, además a los que se han entregado en el servicio en este tiempo, como los sanitarios, los miembros de la protección civil, las fuerzas del orden, los sacerdotes, religiosos y religiosas, entre otros.
“Pongo mi corazón cerca a todos (..) Han sido testimonio de un amor más grande, que es el de dar la vida. Gracias por esta valiente elección”, expresa el Arzobispo de Turín.
Hacia un voluntariado eclesial
El prelado también llama a asumir el desafío de un voluntariado eclesial para los próximos años.
“Calidad hace rima con la colaboración sincera, comunión corresponsabilidad, sentido de Iglesia. La calidad indica que el centro de todo debe ser siempre el otro. Estoy seguro que el camino recorrido en el tiempo del virus nos permitirá hacer que la atención sea viral en nuestras comunidades, una atención amorosa para los últimos, aquellos que Dios ama”, expresó Mons. Nosiglia.
Accediendo a este enlace se puede leer completa, en italiano, la Carta Pastoral Passi di Speranza de Mons. Cesare Nosiglia.
Con información de Diocesi di Torino.
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