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Trump afirmó que un gobierno Biden lastimaría a Dios.
Washington (07/08/2020 18:26, Gaudium Press) La religión, uno de los temas trascendentales en la elección a la presidencia de los EE.UU., en pleno S. XXI: quien lo creyera, pero así es.
Ayer, el antiguo vicepresidente Joe Biden respondió una alusión del presidente Trump sobre su fe. Biden se afirma católico.
Hablando en el estado de Ohio, el presidente Trump dijo a sus escuchas que el candidato demócrata quería “quitarles las armas, destruir su Segunda Enmienda [que protege el derecho de los estadounidenses a poseer y portar armas], no religión, no nada. Daña la Biblia, lastima a Dios. Él está contra Dios, está contra las armas”.
A estas declaraciones respondió el vicepresidente Biden:
“Como para muchas personas, mi fe ha sido la base fundamental de mi vida: me ha brindado consuelo en momentos de pérdida y tragedia, me ha mantenido firme y humilde en tiempos de triunfo y alegría. Y en este momento de oscuridad para nuestro país, de dolor, división y enfermedad para tantos estadounidenses, mi fe ha sido una luz guía para mí y un recordatorio constante de la dignidad fundamental y la humanidad que Dios nos ha otorgado a todos nosotros”, afirmó también ayer.
Y continuó: “Que el presidente Trump ataque mi fe es vergonzoso. Está por debajo de la función que tiene y está por debajo de la dignidad que el pueblo estadounidense espera y merece con razón de sus líderes”.
Habla el director de CatholicVote en los EE.UU.
Sobre estas materias CNA habló con Brian Burch, presidente de Voto Católico, una asociación que tiene cohermanas en diversos países.
Para Burch no es el caso de cuestionar si la fe es importante para Biden. “Pero la pregunta en esta elección es sobre cuáles son sus planes para este país, y eso es en lo que los creyentes deben enfocarse”. “Su agenda política amenaza la libertad de la Iglesia en América”, estableció.
Para Burch, las posiciones de Biden pueden constituir una amenaza a los ministerios sociales y caritativos de la Iglesia.
“Me preocupa que la Iglesia Católica en Estados Unidos no esté tomando lo suficientemente en serio cómo una presidencia de Biden podría amenazar la libertad de la Iglesia en América. Los hospitales, escuelas y organizaciones benéficas católicas seguramente se verán obligados a elegir si operar en comunión con lo que creemos como católicos, comprometer la fe o cerrar por completo. Cientos de millones de dólares en subvenciones federales y estatales que sirven a los pobres y vulnerables podrían estar en juego”, dijo Burch.
Se le niega la comunión
A pesar de afirmarse católico, el vicepresidente Biden mantiene posturas contrarias a la enseñanza de la Iglesia en materia de aborto, ‘matrimonio’ homosexual e ideología de género, entre otras.
En octubre pasado, el P. Robert Morey, párroco de la iglesia San Antonio en Charleston, negó la comunión al vicepresidente.
“La Sagrada Comunión significa que somos uno con Dios, los unos con los otros y con la Iglesia. Nuestras acciones deben reflejar eso. Cualquier figura pública que defienda el aborto se coloca fuera de la enseñanza de la Iglesia”, expresó en su momento el sacerdote.
Por esos días, el website de Biden declaraba que una de sus prioridades como presidente sería “trabajar para codificar Roe v. Wade [falló que abrió la puerta del aborto en los EE.UU.]” en la ley federal, y que “su Departamento de Justicia hará todo lo posible para detener el surgimiento de leyes estatales que violan tan flagrantemente el derecho constitucional al aborto”, incluidas las leyes que exigen períodos de espera, ecografías y notificación a los padres del aborto de una menor.
“El vicepresidente Biden apoya la derogación de la Enmienda Hyde porque la atención médica es un derecho que no debe depender del código postal ni de los ingresos», dijo su sitio web. La enmienda Hyde prohibe el uso de fondos federales para abortos.
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