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Los 13 meses de cárcel del Cardenal Pell le permitieron conocer cómo la fe permite a los fieles sobrevivir las pruebas.
El Cardenal George Pell describió a los jóvenes las lecciones que aprendió durante su reclusión y los animó a perseverar en la fe. Foto: Fr. Lawrence Lew, O.P.
Sídney (16/06/2020 18:56:07, Gaudium Press) En su dignidad de Patrón de la Asociación Católica de Estudiantes Australianos y después de haber pasado 13 meses en prisión por una condena injusta, el Cardenal George Pell predicó a los jóvenes de su país. Su mensaje se centró en confirmar que durante sus pruebas comprobó de primera mano que la doctrina de la Iglesia sobre el sufrimiento es veraz.
Cardenal Pell y la veracidad del mensaje cristiano
«Todavía sigo enseñando el mismo mensaje cristiano y estoy aquí simplemente para decirles que sí funciona», expresó el purpurado a los estudiantes. «No en el sentido de que yo haya sido exonerado, sino en el que esta doctrina cristiana me ayudó a sobrevivir».
A pesar de estar en prisión sin haber cometido un delito y padecer un alto grado de aislamiento por decisión de las autoridades, el Cardenal intentó describirlo positivamente. «Mi tribulación fue difícil y desagradable, pero estuvo lejos de ser lo peor», comentó. «Mi sufrimiento no fue, por ejemplo, como el de los padres que han perdido hijos».
A los jóvenes que atraviesan momentos difíciles , el Card. Pell ofreció también algunos consejos prácticos. En la dimensión terrena, aconsejó levantarse cada día a la misma hora y dormir un número fijo de horas cada noche, así como comer regularmente y evitar el alcohol. Además recomendó el cultivo de las virtudes desde edad temprana para prepararse a las pruebas que puedan sobrevenir más adelante.
El purpurado predicó un retiro virtual para estudiantes a través de videoconferencias que incluyó Eucaristías, Rosarios y Horas Santas. Además del Card. Pell, intervinieron el Capellán de la Asociación, P. Paul Rowse, el Capellán universitario P. Robert Krishna, las Hermanas de la Inmaculada y el Prof. Tracey Rowland.
Con información de Catholic Weekly.
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