Ocho años después de haber quedado “completa e incurablemente incapacitado” por una lluvia de balas, fue en peregrinación a Lourdes, donde se curó milagrosamente.
Foto: Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes.
Redacción (10/12/2024 15:26, Gaudium Press) La cura de un soldado británico de la Primera Guerra Mundial en el santuario mariano de Nuestra Señora de Lourdes, en Francia, ha sido proclamada como el milagro número 71 ocurrido en ese lugar de peregrinación.
El arzobispo de Liverpool, Inglaterra, Mons. Malcolm McMahon, declaró la cura milagrosa de John Traynor, un soldado de la Armada Real británica, el 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción y 81º aniversario de su muerte.
La Iglesia no reconocía un evento milagroso en Lourdes desde 2018.
La noticia llegó después de que el presidente de la Oficina de Observaciones Médicas de Lourdes, Dr. Alessandro de Franciscis, encargara el año pasado una revisión del caso de Traynor, realizada por un médico inglés y miembro del Comité Médico Internacional de Lourdes, Kieran Moriarty.
Las investigaciones de Moriarty descubrieron numerosos expedientes en los archivos de Lourdes que incluían los testimonios de los tres médicos que examinaron a Traynor antes y después de su curación, junto con otras pruebas de apoyo.
McMahon concluyó durante una comisión canónica que, basándose en las pruebas reunidas por Moriarty, la curación de Traynor fue realmente milagrosa.
“Dado el peso de la evidencia médica, el testimonio de la fe de John Traynor y su devoción a Nuestra Santísima Señora, declaro con gran alegría que la curación de John Traynor, de múltiples afecciones médicas graves, debe ser reconocida como un milagro obrado por el poder de Dios por intercesión de Nuestra Señora de Lourdes”, afirmó el arzobispo.
“Espero que en febrero de 2025, durante el año jubilar, tengamos una celebración apropiada en la catedral metropolitana para marcar este momento significativo en la historia de nuestra arquidiócesis, ayudándonos a todos a responder al llamado del jubileo a ser ‘peregrinos de la esperanza’”, agregó Mons. McMahon.
La Historia
Traynor nació en Liverpool, Inglaterra, en 1883. Aunque su madre, de nacionalidad irlandesa, falleció cuando él era joven, el testimonio personal de Traynor presentado en el sitio web del santuario afirma que “la devoción de ella a la Misa y a la Sagrada Comunión y su confianza en la Santísima Madre permanecieron en él como recuerdo y ejemplo fecundo”. Traynor describió a su madre en el testimonio como una “devota diaria cuando pocas personas lo eran”.
Traynor, miembro de la Reserva de la Marina Real, fue movilizado al comienzo de la guerra en 1914. Durante la batalla de Amberes, fue alcanzado por metralla en la cabeza mientras intentaba sacar a un oficial del campo. Se recuperó rápidamente y volvió al servicio.
El 25 de abril de 1915, Traynor participó en un desembarco anfibio en las costas de Gallipoli como parte de un intento fallido de las tropas británicas y francesas de capturar la península en la Turquía ocupada por los otomanos.
Él fue uno de los pocos soldados que llegó a la orilla durante ese primer día, después de haber prevalecido del ataque de ametralladoras de las fuerzas turcas, que estaban apostadas en lo alto de las orillas escarpadas de la playa.
Durante más de una semana, Traynor permaneció ileso mientras intentaba liderar la pequeña coalición que sobrevivió al desembarco en la colina de arena.
Sin embargo, el 8 de mayo, Traynor recibió una lluvia de balas de ametralladora en la cabeza, el pecho y el brazo durante una carga de bayoneta. Las heridas que sufrió en la batalla lo dejaron paralizado en su brazo derecho y regularmente susceptible a ataques epilépticos. Los médicos intentaron numerosas cirugías para reparar los nervios dañados de su brazo y tratar las heridas en la cabeza que se creía que habían sido la fuente de su epilepsia, pero fue en vano.
Ocho años después de la batalla que lo dejó “completa e incurablemente incapacitado”, estaba previsto que Traynor fuera ingresado en un hospital para incurables. En cambio, fue a Lourdes.
Enfrenta a la esposa, médicos y sacerdotes y va a Lourdes
Contra las súplicas de su esposa, médicos y varios sacerdotes, Traynor insistió en unirse a una peregrinación parroquial a Lourdes desde Liverpool del 22 al 27 de julio de 1923.
Traynor escribió en su testimonio que “logró ser bañado nueve veces en el agua del manantial de la gruta”, a pesar de estar desesperadamente enfermo durante los primeros tres días del viaje y enfrentar mucha resistencia por parte de sus cuidadores.
El segundo día del viaje, Traynor recordó haber sufrido un ataque epiléptico severo mientras lo llevaban en silla de ruedas a los baños. “La sangre fluyó de mi boca y los médicos estaban muy alarmados”, dijo. Cuando los médicos intentaron llevarlo de regreso a su alojamiento, Traynor se negó y frenó su silla de ruedas con la mano sana.
“Me llevaron al baño y me bañaron como de costumbre. Después de eso nunca volví a tener un ataque epiléptico”, dijo en su testimonio.
Al día siguiente, Traynor volvió a los baños; mientras se bañaba, recordó que sus piernas se “agitaron violentamente” y sintió como si hubiera recuperado el uso de ellas. Como debía regresar para una procesión eucarística, los cuidadores de Traynor, que creían que estaba teniendo otro ataque, lo llevaron rápidamente a la iglesia del Rosario.
Cuando el arzobispo de Reims pasó junto a él con el Santísimo Sacramento, el brazo de Traynor también se “agitó violentamente”, rompió sus vendas e hizo la señal de la cruz por primera vez en ocho años.
A la mañana siguiente, Traynor saltó de su cama y corrió hacia la gruta.
A agradecer
“Mi madre siempre me había enseñado que cuando pides un favor a Nuestra Señora o deseas mostrarle alguna veneración especial, debes hacer un sacrificio”, recordó Traynor. “No tenía dinero para ofrecer, ya que había gastado mis últimos chelines en rosarios y medallas para mi esposa e hijos, pero arrodillándome ante la Santísima Madre, hice el único sacrificio que se me ocurrió: resolví dejar el cigarrillo.”
En la mañana del 27 de julio, Traynor fue examinado por tres médicos, que descubrieron que había recuperado su capacidad para caminar perfectamente, así como el pleno uso y función de su brazo y pierna derechos. Las llagas de su cuerpo habían sanado por completo y sus ataques habían cesado. Sorprendentemente, una abertura en su cráneo que se creó durante una de sus cirugías también había “disminuido considerablemente”.
Uno de los informes oficiales emitidos por la Oficina Médica de Lourdes el 2 de octubre de 1926, descubierto más tarde por Moriarty, afirma que la “cura extraordinaria de Traynor está absolutamente más allá de los poderes de la naturaleza”.
Traynor tuvo tres hijos después de recibir su curación, entre los cuales su hija que se llama Bernardita. Se cree que es el primer católico británico curado en Lourdes, según el sitio web del santuario.
Con información de CNA.
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