sábado, 07 de diciembre de 2024
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El Obispo Novell habría renunciado por una mujer, y le habían pedido que se hiciese un exorcismo

Medios españoles aseguran que la razón de la renuncia del Obispo de Solsona fue la relación que mantenía con una psicóloga, escritora de novelas eróticas con tintes satanistas.

Mons. Novell

Mons. Novell

Redacción (06/09/2021 12:08, Gaudium Press)Xavier Novell, el obispo que renunció por amor”, era el rimbombante titular de ayer de El País, ya leído en todo el mundo como suele suceder con ciertas notas desde que se estableció la aldea global informática.

A partir de la reciente aceptación de la renuncia del joven obispo de Solsona – tiene 52 años – por “razones personales”, corrían todo tipo de rumores sobre cuáles serían esos motivos. Algunos incluso llegaron a levantar la hipótesis de unas supuestas manifestaciones ‘homofobicas’ del prelado, que habrían enrarecido el ambiente en su diócesis al punto de tornar imposible su gobierno.

Pues ayer sale El País, bajo la firma de Cristian Segura, afirmando que el motivo de fondo es la relación que mantenía con una psicóloga, autora de novelas de “literatura erótica”, algunas con connotaciones ‘satanistas’ según aseguran otros medios. El País dice que la información le ha sido confirmada por dos párrocos de la diócesis del obispo en cuestión y la Cadena Ser reporta que a raíz de estas revelaciones, el obispado ha publicado una nota en la que afirma que la causa de la renuncia “obedece a razones estrictamente personales [de Mons. Novell] y, por tanto, la corroboración o no de estas informaciones pertenecen a su estricto ámbito personal”. Es decir, no se niega lo que se ha publicado, y se dice que el único que puede confirmar o desmentir lo dicho es el propio Mons. Novell.

Pero la ‘película’ rocambolesca no para ahí.

Hace pocas horas el diario ABC titulaba que en el obispado de Solsona creen que el caso del obispo no es de ‘amor’ sentimental sino de “infestación” diabólica, la cual erróneamente ABC confunde con posesión. La infestación es una acción repetida, insistente y especialmente intensa del demonio sobre un alma, mientras que la posesión es el reemplazo de las facultades del alma por parte del demonio en el cuerpo de un poseso.

Dicen pues clérigos consultados por ABC que lo del prelado “no es un caso de celibato sino de infestación” diabólica, que esta infestación estaría inducida por la relación que mantenía con la psicóloga divorciada, escritora de romance erótico-satanistas (una de sus novelas se titula “El infierno en la lujuria de Gabriel”), que es el asunto “muy grave”, y que el obispo venía manifestando “una personalidad atormentada”, con una “salud mental que deja mucho que desear”.

Continúa ABC diciendo que varias veces le sugirieron al obispo que se practicara un exorcismo, a lo que él se negó, lo que evidenciaría que no hay razón que justifique la negativa sino una ya acción especial del maligno en su alma. Dijeron estos clérigos a ABC que ellos continuarán insistiendo ante el obispo a que se practique un exorcismo.

Cierto lo anterior o no – la pelota está ahora en el campo del prelado, por si quiere desmentir – , lo que se ha noticiado levanta aún más inquietudes sobre el proceso de escogencia de obispos, y sobre los principios y mecanismos que deben regir para apoyarlos en su vida cuando estos ya se encuentran en funciones, en las que ostentan poder, mucha libertad, y cuyo desvío termina afectando no solo a comunidades enteras sino también a la Iglesia universal.

¿Terminó aquí la ‘novela’, la de la psicóloga novelista y del obispo renunciante? Es probable que incluso aunque ya se haya dicho la esencia de todo, los episodios se alarguen por unos días más, pues el morbo vende y los medios están en crisis y necesitan vender. Y mientras tanto, muchos lucran y otros pierden, ciertamente los de fe débil, que merecen pastores que sean ejemplo y verdaderos guías de su rebaño. Las ovejas también tienen sus derechos. No obstante a todos nos compete orar mucho y vigilar, pues cierto lo del obispo o no, el diablo anda suelto. Pero Dios puede mucho más, todo más. (SCM)

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